No le encuentro título a estoSoy absolutamente consciente de que esto que voy a escribir ahora no suena creíble para nada y me estoy jugando la reputación de honesto que tanto me costó ganar. Es por esto que les pido que traten de creer lo que viene: Cuando recién llegué a Barcelona, estaba Pauli acá y fuimos con ella, la prima y unas amigas de la pria al cine. La película se llamaba "La isla" y era de un director chino/japonés/tailandés o de algún lugar de aquel lado donde el sol sale por el Pacífico. No voy a contar la trama pero si quisiera resaltar algunos puntos:
- MUY poco diálogo (creo incluso que entraría todo el guión en una hoja A4).
- Era 80% agua (como nosotros).
- En un momento un tipo se traga un puñado de anzuelos y tira de la tanza.
- En otro momento una mina se mete en el aparatito que tiene para procrear otro puñado de anzuelos y VUELVE A TIRAR de la tanza. (Es el único punto de la película en el que ella, la protagonista, emite sonido).
Como podrán imaginar, no era apta para gente impresionable como yo. Así que conforme estas cosas desagradables e inhumanas sucedían yo me retorcía y me retorcía del "dolor empático" que todo eso me producía. Bueno... Pauli también sufría bastante.
Termina la película, hago mis comentarios al respecto como "no es muy buena, no?" y vamos a tomar una birra. Llega la hora de pagar y la billetera no estaba, no la encontraba y no y no. Y ahí digo "la reput... madre, película de &$%&$"... claro, me dí cuenta que de tanto retorcerme en el asiento, la billetera se fue deslizando poquito a poco hasta que se habrá caído. Vulví al cine, obvio que ni noticias, me dijeron "volvé mañana" al otro día otra vez y nada de nuevo. La doy por perdida. Saldo: se fueron teléfonos anotados en papelitos, fotos de mi vieja, mi cédula de identidad Argentina, mi carnet de conducir y un poco de money. En definitiva, nada imprescindible.
La cosa pasó, traté de recuperarme, me dije "hay vida después de esto, sólo es cuestión de ser fuerte y seguir". Lo logré. Salí adelante y cuando ya era parte del pasado recibo un mail del Mariam (si... el Mariam, mi amigo personal) que me dice que había un mensaje en el contestador automático del consulado argentino en Barcelona po run asunto de documentación perdida y digo "NAAAAA, después de cuatro meses no puede ser".
Bueno, fuí y efectivamente ahí estaba, casi todo menos la plata y la billetera (al cuero me refiero). Lo más gracioso es que justo en el momento en el que fuí estaban entregando las renovaciones de los pasaportes (o sea que la mayoría es gente que vive afuera del país desde hace mucho) y fue realmente increíble la mezcla de acentos que tenían esos viejos. En realidad el acento era 100% argentino pero mezclaban palabras que nosotros nunca diríamos, produciendo combinaciones totalmente inválidas. Acá algunos ejemplos.
- "Boludo, no puede ser que estos tíos nos tengan acá esperando."
- "Joder, estoy re aburrido de esperar."
- "Joder, che"
- Y la mejor: "Y vos me hablás de humanidad.... la verdad que aquí no teneis cara" (este era un flaco que se había calentado muchísimo porque el vaguito del mostrador había hecho pasar a una señora de mil años que se caía a pedazos antes que él y ante la pregunta "Y por qué la tengo que dejar pasar" la respuesta fue "por humanidad").
En fin... una cosa que quiero dejar clara: acá la gente habla re lindo, hay un uso bastante diferente de las palabras y como todo lo que no conocemos nos llama la atención, a ellos les pasa lo mismo con nosotros. Lo que sí digo es que queda pésimo es un argento diciendo españoladas porque parece un híbrido entre mandarina y naranja que para mí pierde todo encanto (imagínense a Arguiñano diciendo "Che").
Resúmen: estoy escupiendo para arriba increíblemente porque si se me llega a escapar algún "vale" en marzo todo el mundo se va a reir de mí por hacerme el purista.
Venga, que me tengo que ir. Hasta ahora!.