lunes, 30 de junio de 2008

Promediazo
No tengo vergüenza de confesar lo que me está pasando ultimamente: vengo con un promedio de dos veces por día. Nunca pensé que llegaría a escribir esto en el blog, pero es que estoy un poco desesperado y, según mi opinión, no es para menos.
Verán: yo creo que es el verano. Estoy seguro que el calor es el responsable de todo esto y estoy preocupado porque no sé si es normal. Quiero decir, nunca antes en la vida me había pasado de esta manera. No voy a negar que en un acto de arrojo, alguna vez tuve que repetir durante la misma jornada pero ahora es distino. Ahora es cada día doblete. Es como que estoy a full e incluso me siento un poco mal si un día, por hache o por be, en lugar de hacerlo dos veces el marcador termina en uno.
En general es una vez a la mañana y una a la noche. Para ser sinceros creo que en este ámbito el "uno atrás del otro como puñalada de loco" no tiene sentido. Yo creo que mientras más tiempo pasa entre una vez y la siguiente, mejor es el aprovechamiento y más se disfruta.
Trini está contenta... y claro! no es para menos... en estas cuestiones más vale que sobre y no que falte. El finde pasado nos fuimos a Menorca y un día, si mal no recuerdo, totalicé 4 veces: dos en el departamentito que alquilamos, una en la piscina y una en el mar.
Lo que me preocupa, señores, es la pérdida de tiempo que esto genera. Ya sé que mucha gente no estará nada de acuerdo con esto y pensará "eso es como comer o dormir: no es una pérdida de tiempo sino una necesidad". Si bien para mí sí que es una necesidad casi física, diría, no puedo dejar de pensar en el tiempo que me consume. Con un promedio de, digamos, 30 minutos por vez (entre pitos y flautas, desde que te empezás a sacar la ropa hasta que está todo terminado 100%), estoy perdiendo UNA HORA POR DÍA. Y eso de verdad es un montón.
La cosa es que hoy tomé una decisión. Se acabó lo que se daba. Ya le dije a Trini bien clarito:

- A partir de mañana, te guste o no, me baño a lo sumo una vez por día.

Abrazo a todos, manga de mentes podridas!

jueves, 19 de junio de 2008

Después de un tiempito sin blog (en el último medio año publiqué sólo cuatro entradas) siento la necesidad de volver a escribir para la gente a quien le importo. Así que ahí vamos...

Gibraltar
El finde pasado estuve en Málaga visitando a dos amigos: el Ruso, de Uruguay (aunque suene extraño) y Andresito huevo frito, dos amigos míos que no se conocen entre sí pero que comparten el ser grandes personas.
Sin menospreciar el resto del tiempo que pasé en esta ciudad siempre divina, quisiera ahondar en ese sábado compartí con el Ruso dando vueltas por Gibraltar.



Para los que, como yo hasta hace un par de días, no lo saben: Gibraltar es un "territorio ultramarino del Reino Unido" así como muchas otros pequeños pedacitos de mundo, incluyendo las islas malignas. Los españoles gritan "Gibraltar español" con el mismo derecho que los marroquíes gritan "Ceuta y Melilla marroquí", pero la realidad es que los Gibraltareños se sienten Gibraltareños y vecinos de España.
El hecho es que esta condición de ser inglés en españa y español en inglaterra transforma a este rinconcito de Europa en un lugar muy particular que vale muchísmo la pena visitar. A continuación describo las cosas que más me llamaron la atención de este viaje.

Semáforo peculiar.
Nunca hubiera pensado que me sorprendería hoy por hoy con un semáforo. Son un elemento cotidiano casi como cualquier otro y están en todos lados (hasta en Puerto Deseado tenemos semáforos!).
Pasados unos metros de la frontera de España hacia Gibraltar uno se encuentra con uno de estos inspectores de tránsito lumínicos y automáticos. Sin embargo, no se trata de un semáforo cualquiera. Se pone en rojo, sí. Cuando se pone en rojo los coches paran, sí. El tema es que los coches NO paran para que pasen otros coches. No señor. Por más inverosímil que pueda parecer, los coches paran PARA QUE ATERRICE UN AVIÓN!.
Resulta que Gibraltar es tan pero tan chiquito que tuvieron que hacer que la ruta que va desde la frontera con España al centro de la ciudad (una distancia de, digamos, dos mil metros) tenga que atravesar la pista de aterrizaje del Gibraltar Airport. Así como suena. Incluso los pobres, como nosotros, que fuimos en colectivo hasta la frontera y después todo a pata pelá, tuvimos que cruzar la pista caminando. A primera vista parece un insulto ingenieril, pero claro: un puente no pueden hacer por el tema avioneril y un túnel tampoco es trivial porque la pista está construída sobre terreno ganado al mar :)
Para los más curiosos, el cruce en cuestión:


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Bilingüismo (y bimonedismo) extremo.
La gente habla español e inglés perfectamente. Que quede claro: perfectamente. Sin acento foráneo en ninguna de las dos lenguas. Hablan inglés como mi compañero inglés y hablan español como Andrés. Bueno, en realidad con acento un poco más Andaluz. Tengo todavía presente a dos taxistas a los cuales después de oirlos promocionar un mini-tur por el peñón para los turistas ingleses, me acerco y les pregunto (a cada uno por separado en diferentes momentos) "hablas español?". Los dos me contestaron con un "claro, hombreeee" y a continuación se largaron a contarme algunas particularidades de la vida en Gibraltar como que el colegio es en inglés, que entre ellos hablan generalmente español por influencia de la frontera con España y cosas por el estilo. Es MUY CURIOSO que un tipo con un acento andaluz de libro te hable de España como algo ajeno, como un país vecino al cual él no pertenece. Es difícil de explicar.
Otro ejemplo claro es la mujer que nos vendió las entradas para subir en telesférico al peñón que tenía todos los rasgos, la vestimenta (aros grandes inclusive) y el acento de una "cantaora" de flamenco pero que se dirigía a los turistas británicos como lo haría el que vende la entrada al British Museum en Londres.
Ah! y me acabo de acordar: no dejo de asombrarme de los viejos octagenarios que, al igual que en Barcelona, se sientan en bancos en la calle a leer el diario y a comentar cosas como "Joé qué caló". Hay una pequeña diferencia con sus pares barceloneses: en lugar de "El Periódico" estos tienen entre manos el "Gibraltar News". Es raro verlo... muy raro.
Por otra parte ahí también conviven dos monedas: oficialmente tienen la libra gibraltareña, que es intercambiable uno a uno con la libra esterlina. Sin embargo no me refiero a este "bimonedismo" sino al libra-euro. Todo está en los dos precios y está lleno de casas de cambio (las casas de cambio son algo ya no tan común en Europa dado que muchos países comparten como moneda el euro). Ahí se nota que se sienten más Británicos que Españoles: TE MATAN CON EL CAMBIO EN LOS COMERCIOS. Mientras que en las casas de cambio la conversión es más o menos 1 libra = 1,25 euros, en las de souvenirs una taza "I was in Gibraltar" (made in China, supongo) te sale 4 libras o... 7 euritos :)

Monos ladri.
Otra particularidad gibraltareña son los macacos de gibraltar (también conocido como "Monos de Berbería"). Yo sabía que ahí había monos... lo que no sabía eran sus intenciones.
No es que estén en jaulas ni en lugares alejados. Estos bichos son lo contarios a cualquier otro animal excepto als ratas: abundan más donde más gente hay. Si caminás un poco para algún lugar medio solitario no hay un mono ni de casualidad. Sin embargo cuando paramos en el funicular en la estación más alta del peñón, había tres de estos degenerados esperando. Las palabras (en perfecto inglés, como siempre) del conductor andaluz explicaron todo: (traduzco) "Parecen adorables pero sólo están aquí por una razón: para ver qué pueden robarse".
Resulta que los monos son unos chorizos profesionales que creen que todos llevamos comida, entonces nos roban. Ni bien bajamos el ruso dejó su mochila en el suelo para sacarle una foto a estas criaturas adorables cuando en ese momento vino uno por atrás y SE LA MANOTEÓ! Por suerte no se la llevó porque el conductor medio amagó una patada y el bicho reculó. Sino se armaba un quilombo importante. Me imagino el embajador de Uruguay reclamando por la mochila de su ciudadano y por otro lado cortes de ruta (o de pistas aéreas) a favor de los monos!

Cuevas y túneles.
Al margen de la extrañez de ciertas cosas, en gibraltar hubieron dos cosas que me llamaron mucho la atención: una es una cueva natural muy grande (tan grande que tiene un auditorio adentro) con estalactitas y estalagmitas (palabras que desde chico me gustan mucho).
Otra cosa digna de ver son túneles (que por simetría podríamos denominar "cuevas artificiales") que hicieron los gibraltareños durante el denominado "gran asedio", cuando la ciudad estuvo sitiada durante tres años. Con los escombros de esta excavación hicieron la base para la tan particular pista de aterrizaje.
Dentro había cañones apuntando hacia afuera a través de pequeñas ventanitas hechas en la piedra. Durante esos tres años se dispararon más de 200 mil balas de cañón. Con el Ruso sacamos la cuenta y eso da maś o menos un disparo cada 10 minutos DIA Y NOCHE. ¿Cómo no van a quedar locos hasta los monos? ¿no?

Chin pum.
Estimados, habiendo reinaugurado este espacio, me despido hasta una próxima (y pronta) nueva entrada.
Abrazos a mansalva!
Yo, siempre al pie del cañón ;)