martes, 20 de febrero de 2007

Dublín
Irlanda, tierra de césped, construcciones bonitas y mucha cerveza. Allí fuimos a ver qué onda.
Bueno, esto se venía gestando hace rato de la mano de Andrés y de Ana y después de muchas idas y venidas, gente que prometió e "hizo emocionar" y después no fue nada (como en todos los viajes), aumentos de los pasajes (por culpa de esperar a esta gente) y demás, nos manejamos para concretarlo.
Habiendo olvidado todo, el viernes pasado nos subimos a un micro que nos llevó a Girona, otra ciudad de Cataluña desde donde salen los vuelos baratos a Dublín. A las 12 de la noche más o menos estábamos en el "Temple Bar" que es como EL lugar para ir a tomar "pintas", que son vasos de cerveza de exactamente 568 ml (poco más de medio litro). Después de escuchar música en vivo y visitar un par de bares, nos fuimos a dormir para arrancar al otro día con todo.
Nos alojamos en la casa de Oscar, un amigo de Andrés de Málaga que vive ahí hace un tiempo (la puerta que se ve es la de su casa), y la verdad es que este tipo se portó de puta madre porque no sólo nos fue a buscar al aeropuerto sino que además nos llevó por todos los lugares que "no te podés perder" en la ciudad. La verdad es que es una ventaja alucinante que alguien que conoce te pasee así que aprovecho este momento para invitarlos a todos a Barcelona porque creo que ya estoy en condiciones de considerarme un buen anfitrión.
El sábado nos levantamos medio tempranón y emprendimos una recorrida por la ciudad, lugares típicos, iglesias, el castillo por afuera porque estaba en reformas y hasta un parque con ciervos! La ciudad es muy pintoresca, sobre todo la arquitectura, y una cosa que me pareció rarísima: manejan por la izquierda y los autos tienen el volante a la derecha. Yo pensaba "acá si tuviera que manejar duro vivo a lo sumo 40 minutos".
A la noche nos "echamos otras pintitas" como decía Oscar "para quemar pilas" en un bar donde había música en vivo y después nos fuimos para la casa de unos españoles que nos llevaron a una fiesta increiblemente llena de gente en la casa de no se quién. Acorde a mi vaticinio, llegó la policía (que ahí se llama "garda") y nos rajaron a todos así que calabaza calabaza cada uno para su casa.
El domingo nos levantamos y fuimos a Howth que es una península con un pueblito super super pequeño y un camino de acantilados muy lindos. Me llamó la atención que fueran tan parecidos a los de la patagonia, exepto porque hay pasto por todos lados. A la vuelta, como teníamos media hora hasta que llegue el tren nos metimos en un bar de pescadores y nos pusimos a charlar con una gente que parecía sacada de la peli "El viejo y el mar" y como estaba tan interesante decidimos perder el tren y quedarnos con ellos un tiempo más. Andrés desafió a un pescador a un partido de ajedrez y mientras perdía, Ana hablaba con una señora mayor irlandesa que había vivido dieciseis años en españa y yo estaba en la barra con un tipo grande que me preguntaba si yo era de la parte británica de Argentina o no ¿? (después pensé que podria estar hablando de las Malvinas, que son argentinas carajo, pero para mí que en realidad quiso mandar fruta y le salió mal). Cuando nos fuimos habíamos perdido el otro tren así que otra vez a otro bar, pero este más cerca y más de jóvenes. Una pintita y a la estación.
A la noche, después de comer sushi coreano, fuimos al mítico Temple Bar (el bar en sí, porque hay una zona y una calle que también se llaman así) y después a otro. Como estábamos medios hechos crema nos fuimos al sobre tempranito porque al otro día era nuestra despedida de la tierra del arpa.
La mañana del lunes la arrancamos con un "Full Irish Breakfast" que consiste en salchichas, huevo, panceta, morcilla y todas cosas de ese peso atómico con café con leche o té. De ahí derecho a la fábrica de Guiness a ver cómo es el proceso de elaboración de la cerveza para culminar tomando una pintita en el séptimo piso, donde hay una sala redonda con una vista a toda la ciudad (360 grados porque es redonda, recordemos). De ahí al departamento, al aeropuerto y de vuelta en Barcelona.
Bueno, más allá de la crónica de los hechos, la verdad es que la pasamos increíblemente bien por un montón de razones: era una ciudad que no conocíamos, la gente con la que viajé súper macanuda y Oscar un genio recibiéndonos. La verdad es que volví re contento y sabiendo hablar "andalú" un poco mejor, así que "epetsaculá"
Abrazo Guiness (no de récord sino de cerveza).

martes, 13 de febrero de 2007

El mítico Parc Güell
Después 4 meses y medio en Barcelona... finalmente fuí al Parc Güell, que es como uno de los lugares que "no te podés perder" de acá. Sería como San Telmo en Buenos Aires, o como la estatua de la libertad, o el edificio ese extraño que nunca supe qué es pero es emblemático en Sidney.
El parque es grande y como fuimos un domingo, estaba hasta las manos de gente de todos los colores, tamaños, edades y nacionalidades. Me llamó la atención la manera de rebuscárselas de una piba que en lugar de ser estatua viviente, vender artesanías o tocar alguna música, hacía burbujas de jabón gigantes (tamaño pelota playera). Me hizo acordar a una vez que fuimos a un museo de ciencias naturales o algo así con mis viejos... yo era muy chiquito pero me acuerdo que alucinaba con eso (mami, hablalo con papá y en los comentarios contás la verdad de la milanesa porque a lo mejor ustedes se acuerdan mejor).
Bueno, esta es básicamete una entrada para mostrarles algunas fotitos y para cortar con los comentarios del post anterior donde se cuestiona mi sexualidad.
Saludos.

martes, 6 de febrero de 2007

Compañeros de Català
Las clases de catalán terminaron hace más o menos un mes y la verdad que por un lado las extraño y por otro no. Por el sí: eran divertidas, aprendíamos y conocimos un montón de gente; por el no: eran 4 veces por semana una hora y media.
El último día nos dieron un diplomita que certifica que nos fue bien y nos sirve para anotarnos en el nivel siguiente (B2), y como todo último día de cualquier clase impartida en este mundo, ya sea de origami o de manejo: festejamos con algo para picar. Así que cada uno llevó lo que tenía ganas y mientras recibíamos los diplomitas y nos aplaudíamos mutuamente, quesito, jamoncito, cervecita, en fin… cenamos ahí.
Para el B2 todavía no me anoté porque como ahora me voy para Arg se me hubiese cortado al medio así que no tenía ningún sentido. De todos modos estoy leyendo un libro que se llama “La plaça del diamant” y practicando bastante con un compañero de acá que se llama Oriol (léase Uriol) y los planes son retomar en abril, cuando esté de vuelta. Igual ya me mentalicé que cuatro veces por semana de vuelta ni a palos. Hay otros que van un cacho más lento pero son martes y jueves nomás, así que sin duda me voy a meter a esos de cabeza!!!
Bueno, en realidad todo este relato es una excusa para postear esta foto que acabo de recibir de aquella última clase con los compas que sobrevivieron hasta el final (falta Sergio que ya se había ido a Inglaterra).
De izquierda a derecha:
Sentadas: Sandra (España) y Marcela (Brasil). Parados: Leila (Francia), Marta (España), Alejando, Yo y Javier (Argentina), Madeleine (Colombia), Ibon (Bolivia) y Raquel (la única catalana, porque es la profe, obvio).
Bueno, un beso a todos.
PD: Aguante Argentina mañana en el fulbito contra Francia!!! (parece un comentario colgado pero no lo es, porque lo voy a ir a ver con Javier a quien conocí gracias a la clase de Català).
PD2: Dicen que la mejor manera de aprender un idioma es consiguiéndote una novia que lo hable. Veremos qué pasa… pero por ahora hay como pocas ganas, ¿vió?

jueves, 1 de febrero de 2007

Un alegrón
Hace un poco más de una semana recibo un mail de Claudio, uno de mis jefes (y amigos) de cuando trabajaba en la Uni en comodoro (Análisis 1):
Hola Cristian!! Cómo andás? Seguro que te va re-bien. Te cuento que ya estoy en España y todo perfecto. El fin de semana (27 y 28) voy a Barcelona con dos compañeros del posgrado. Decime si existe la posibilidad que nos veamos y en caso de ser así cómo puedo contactarte.
Un abrazo
Resulta que el está haciendo un postgrado y un mes era presencial en Alcalá, que queda cerca de Madrid. La verdad que me puse recontra contento porque me emocioné con la idea de ver a una persona que conozco hace más de 4 meses!!!
Bueno... después de algunos problemitas con los celulares finalmente nos pudimos encontrar el domingo a la noche. Fuimos a cenar con él y los compañeros del postgrado, uno de Venezuela y el otro de Ecuador.
La verdad que la alegría fue inmensa porque recordamos algunas cosas, planeamos una comida para marzo y además charlamos de Chávez y de diferentes cosas de Latinoamérica con los otros muchachos. De yapa los llevé a pasear por algunos lugarcitos que no habían tenido tiempo de conocer durante el finde.
Las fotos son en el restaurant y de la Plaça del Rei

Claudio: la verdad, me diste un ALEGRÓN! Nos vemos pronto! Saludos al Hamster y a toda la pandilla.