martes, 23 de diciembre de 2008

El año que viene lo importante es salir a flote
Podría empezar este texto diciendo "soy buzo". Sería una mentira importante, pero podría decirlo. La verdad verdadera es que tengo un carnet que dice que puedo bucear hasta los 18 metros (en Cataluña hasta 25 por temas legales, claro está que el mar es el mismo). En cualquier caso no quiero darle una importancia más allá de lo anecdótico a una tarjeta más en mi billetera, lo importante sin duda es lo increíblemente divertido que fue el proceso para obtenerla.
¿Cómo se nos ocurrió hacerlo? Trini recibió un mail con una oferta especial para el curso inicial de buceo deportivo y me lo renvió porque: 1) yo alguna vez le había comentado que me gustaría hacerlo y 2) tiene una memoria de elefante y se acordaba de esa vez.
Decidí hacerlo y para que fuera más divertido intenté enganchar a algún amigote para que se viniera. Terminamos siendo 6 (entre amigos y amigos de amigos). Cuando nos dimos cuenta estábamos metidos en una pileta practicando cosas que cuando te las cuentan suenan súper pro, como sacarte todo el equipo y ponértelo de nuevo... debajo del agua. La verdad es que se necesitan sólo dos clases para eso con lo cual muy difícil no debe ser, pero uno se siente un grande al hacerlo.

De esos primeros truquillos el que más me gustó es el de vaciar la máscara. Supongamos que estás a 10 o 20 metros de profundidad y te entra agua impidiéndote ver. ¿Qué hacés? ¿Se puede sacar el agua abajo del agua?. Yo pensaba que no. Pensaba: "regla de oro: que no te entre agua porque cagaste". Resulta que viene Pep, el instructor, y en dos clases me tira la teoría por la borda (acompáñese con sonido de chiste fácil). Conforme nos decía "con un par de sopliditos por la nariz presionando la parte de arriba de la máscara volvés a tenerla llena de aire", yo pensaba: cuántas cosas que hay por aprender.
Después de dos teorías y dos prácticas en piscina se suponía que estábamos listos para enfrentarnos a la naturaleza, a la mar, al otro 70% del planeta que no conocemos. A mí me parecía un poco pronto, pero decidí que si lo decía Pep sería verdad. Después de todo él era capaz de hacer cosas increíbles como vaciar una máscara debajo del agua.

Así fue como hace dos findes reservamos una pensión de mala muerte y nos fuimos sábado y domingo a completar el curso (examen incluido) los seis mosqueteros: Srdjan, Mrdzy, Albert, Jonathan, el gran Pepe y yo. Fueron cuatro inmersiones en las que aprendimos a ponernos las aletas (patas de rana) dentro del mar y muchos otros truquitos de este deporte maravilloso. Lo más difícil para mí fue sin duda compensar correctamente. Compensar consiste en taparte la nariz y soplar para que no te duelan los oídos, lo mismo que en un aterrizaje de avión. Y eso me costó un huevo las primeras 3 veces. Sin embargo en la última inmersión, la más profunda (el máximo fueron 21,6 metros) lo pude controlar casi sin problemas.

La sensación es difícil de explicar, pero lo voy a intentar: imaginate que tenés puesto un traje de 5 o 7 mm de espesor que te apreta mucho transformándote en una morcilla y te da calor. Además tenés colgada de la espalda una botella de acero que pesa un huevo y como si eso fuera poco... un cinturón con nueve kilos de plomo a la cintura. ¿A que estás pensando que eso debe ser re incómodo? Estás en lo cierto, amiguito... es tan confortable como una cama de clavos.
Ahora imaginate que los clavos se transforman en un colchón mullidito conforme te vas metiendo en el agua y ya nada pesa. Ahora todo ese bodoque humano con accesorios flota! Pero eso no es lo mejor... no señor. El sumum es cuando después de tocar fondo logramos "flotabilidad neutra", que en criollo significa "ni hundido ni a flote". Es como estar volando en el agua, como los pececitos que no se van para arriba ni para abajo. Cuesta bastante conseguir este estado siendo novato, pero al lograrlo todo cambia. Me temo que de manera irreversible.
FELISAMEMUERO PARA TODOS!

martes, 2 de diciembre de 2008

El mate sigue ganando adeptos
Hace exactamente dos años, un mes y un día escribí una pequeña reseña sobre mis intentos por difundir el mate. Hoy acabo de recibir un mail que sin duda es una prueba de que tarde o temprano, todo el planeta tierra se dará cuenta de cuál es la mejor infusión que pisa su faz.
Acá está el texto en inglés (para los más puristas) y a continuación su (bueno, mi) traducción al castellano:

how is life? I always wanted to send you the attached picture of my
bombilla and beginners yerba mate kit. I bought it right after I
returned and have been a happy mate drinker ever since. I am a
complete caffeine junky now as I drink both coffee and mate tea :)

¿Qué tal tu vida? Siempre tuve ganas de enviarte esta foto de mi bombilla y mi kit "yerba mate para principiantes". Lo compré apenas volví y desde ese momento he sido un feliz tomador de mate. Ahora soy un completo adicto a la cafeína, ya que tomo tanto café como mate.
La pregunta del millón es ¿quién es este tipo?. Bueno, es un chico alemán (sale en el video del paracaídas al principio, rubio de pelo largo ala izquierda de la pantalla) que conocí en Estados Unidos este verano. Él estudia en Londres y también estaba haciendo una pasantía o "internship" en el mismo lugar que yo.
Generalmente íbamos a almorzar juntos o a tomar un café a media tarde. Teníamos una relación cordial y de lo más normal hasta que un día me vió con el mate y cometió el error de hacer la pregunta de rigor: "¿Qué carajo es eso?".
Todo cambió desde aquel momento. Lo dejé de ver como un compañero de trabajo para considerarlo una más de mis potenciales víctimas en la cruzada de expandir los dominios materos a diestra y siniestra.
"Cocecharás tu siembra", nunca hay que olvidarse. Hoy es uno de esos grandes días. Hoy, en el momento menos esperado, recibí ese párrafo inocente junto con una foto donde se ve un mate de caña, una bombilla de boquilla dorada y un paquete de yerba escrito en inglés. Hoy, a las 10:31 hora Barcelona, el mate se hace con otra víctima y yo me regocijo en mi rol de agente transmisor.

martes, 28 de octubre de 2008

Parientes cercanos
Es muy difícil describir ciertas cosas relacionadas al parentesco. Por una parte, está muy clara la relación que tenemos con la tía Cristina porque es alguien a quien de vez en cuando ves, le contás tu vida... te cuenta la de ella y así vas regando la plantita. Por otro lado... ¿qué pasa cuando te encontrás con un pariente del que casi no te acordás porque la última vez que lo viste tenías 5 años? ¿Existe todavía un lazo? A los efectos prácticos... ¿es todavía un pariente o el tiempo hizo prescribir ese título y ahora es poco más que un desconocido?
Todas esas dudas me rebotaban en la cabeza (del lado de adentro) cuando me bajé del tren en Newark y llamé por teléfono a mi tío Marcelo, que hace ya casi veinte años cuando se acuesta ve por la ventana las luces de Nueva York.
Nos reconocimos gracias a las fotos que habíamos intercambiado por internet últimamente y nomás subirme al coche ya estábamos camino a una fiesta argentina charlando como si no nos viéramos hace un par de años, a lo sumo. Al llegar conocí a su esposa Nancy y a sus hijos Sofía y Alex, con los cuales terminaría, al cabo de pocos días, sintiéndome dulcemente vinculado.
Alex no sólo le cedió por una semana su habitación a una persona que él no había visto en su vida. Nancy no sólo trató a ese mismo como si fuera más que un sobrino: una mezcla entre amigo e hijo... incluso le cocinó. Sofía no sólo terminó dándole besos con una sonrisa e intentando aplicarse para hacer la tarea. Marcelo no sólo se pidió todos los días en el trabajo para acompañarlo adonde él quisiese. No. No fue sólo eso. Además, todos lo trataron como si lo conocieran desde siempre. Todos le brindaron cariño, compañía y confianza... porque sí.
Me fui quedándome en deuda con esta familia parte de mi familia, esperando alguna vez tener la oportunidad de devolverles esto de alguna forma.
Independientemente de la sangre... no todo el mundo tiene la capacidad de hacerte sentir así de bien.
Gracias, de verdad.

jueves, 9 de octubre de 2008

En negrita.
Me levanto con una sonrisa, y me voy a trabajar archi feliz. Vuelvo más contento que perro con dos colas para pasar una tarde en mi casa o dando vueltas por ahí riéndome a carcajadas. A la noche ceno en casa o como afuera... no importa. Eso si: siempre con la sonrisa instaurada y la carcajada a mano. Despues me voy a dormir y me siento en lo más alto del mundo.
Los fines de semana siempre hay un plan, y siempre termina saliendo mejor de lo que imaginaba. A veces es ir a una ciudad desconocida, o a ver un poco de naturaleza. Hay un denominador común: lo hago con ilusión y me siento afortunado de que vaya a quedar guardado como un recuerdo compartido.

Hey, vos... muchas gracias por escribir en mi día a día cosas en negrita durante esas dos semanas ;)

domingo, 24 de agosto de 2008

Dos mentiras a mi familia


*** INTRODUCCIÓN ***
Cuando era chico practiqué todos los deportes que existían en Puerto Deseado. Mis comienzos fueron con el básquet, pero siempre fui un jugador mediocre. Al tiempo me pasé al kung fu hasta protagonizar un par de hechos violentos que me asustaron hasta el pundo de retirarme con 13 años (eso y el viaje a Chile: diez horas en un colectivo para que me peguen cinco patadas y quedarme afuera del torneo en menos de 45 segundos). Fui también a dos clases de fútbol. Practiqué volley y hasta llegué a disputar un torneo en San Julián: perdimos porque saqué mal el último punto del tie-break. Ya adolescente, tuve un paso fugaz por la natación: mi mayor logro fue un torneo local que ganó Marcelo, uno de mis mejores amigos y compañero de entrenamiento.
Mis viejos no me obligaban a hacer deporte. Era decisión mía. Ellos no me decían en cuál anotarme ni cuál dejar. En casa sólamente existía una regla respecto de ese tema: kayak no.
La negativa estaba fundada en que al poco tiempo de mudarnos al lugar, varias personas murieron ahogadas en cuestión de unos pocos meses. Una de ellas estaba intentando cruzar la Ría en kayak. Es muy probable que yo hubiera hecho lo mismo con mis hijos ante una situación similar, pero eso no lo podemos entender a cierta edad y en ciertas circunstancias.
Para colmo, la escuela municipal combinaba (y probablemente siga combinando) la enseñanza de técnicas de remo con paseos por diferentes rincones de la Ría Deseado, para que los alumnos (todos niños y adolescentes) pudieran disfrutar de una fauna marina que impresiona a cualquiera, independientemente de lo que haya visto en su vida. Cormoranes, pingüinos, lobos marinos, toninas overas y otro montón de bichos que son hermosos de ver en su hábitat natural conviven pacíficamente en este rincón de la Patagonia Argentina.
Se entiende, ¿no? Dos razones para practicar kayak: los animales y la prohibición.
Aunque estaba decidido a hacerlo cueste lo que cueste, para inscribirme necesitaba una autorización de mis padres que no iba a conseguir. Así entonces decidí posponerlo hasta que s presentara una buena ocasión. Finalmente llegó cuando yo era adolescente. Me hice amigo de unos chicos que tenían su propio kayak.
Al principio andaba por aguas muy tranquilas y poco a poco me fui largando a explorar cosas más lejanas e interesantes. Un día llegó el desafío final: cruzar la Ría. El que me lo propuso dominaba mucho el tema así que me sentí seguro y acepté.
Salimos temprano. Sólo recuerdo dos cosas de todo lo que llevaba: el salvavidas y el miedo :). A mitad de camino, cuando las olas eran de más de un metro y mis brazos estaban destruídos, me acordé de mis viejos. Ese fue el primer momento en el que pensé que tal vez tenían razón. Pero ya era tarde para pegar la vuelta: faltaba lo mismo para una orilla que para la otra. Así que seguí remando y llegué con la lengua afuera.
Nenes de 12 años cruzan la ría y hasta ha habido gente que lo hizo nadando. Sin embargo para mí, un kayakista furtivo, era un logro increíble. La recompensa fue inmejorable: del otro lado pude, por primera vez, ver un nido de pingüino habitado por la familia completa, pareja y pichoncito.
No me acuerdo qué hice cuando volví a mi casa, pero tengo perfectamente claro qué cosa NO hice.
Nunca, hasta el día de hoy, les había confesado a mis viejos esta aventura que en perspectiva puede parecer trivial pero que en su momento me hizo latir el corazón a velocidades desconocidas para mí. Al principio, no lo declaré para no preocuparlos, más adelante me lo callé sin razón lógica.



*** NUDO ***
Toda esta introducción es para justificar la SEGUNDA mentira. Ayer cuando mi vieja me preguntó qué planes tenía para el fin de semana, le dije que todavía no lo tenía claro.
Viejos, abu y Mariana: pido perdón pero prefiero que se enteren ahora, que viví para contarlo:



*** DESENLACE ***





domingo, 17 de agosto de 2008

Un sábado cualquiera
Un sábado cualquiera te levantás y saludás a la estadounidense que vive con vos. Llamás a tu novia española para decirle buenas noches y rechazás la invitación de un argentino para tomar algo en un bar de San José. No podés ir con él porque dentro de una hora estás sentado en el tercer vagón de un tren a San Francisco para encontrarte, tres paradas después de subirte, con un tunecino que conociste en el mismo tren, en sentido contrario.
Cuando llegan a la ciudad, le preguntás a un americano cómo ir a la dirección que tenés anotada en un papelito. De camino escuchás a alguien en bicicleta cantar en español. Saluda a un comerciante sin duda "hispanic" y automáticamente le hacés una pregunta de una sola palabra. "Cuba?". Te responde que sí, y se presenta como rumbero y percusionista. Cinco minutos más tarde entrás a una tienda de productos latinos. Preguntás si tienen yerba y aclarás, como si hiciera falta, que sos argentino. Te responden, en un colombiano perfecto, que en el segundo pasillo a la derecha. Tu amigo africano antes de que le puedas explicar de qué se trata se compró un mate, una bombilla y un paquete de Taragüí. Mientras terminan de pagar le explicás cómo prepararlo, cómo tomarlo y le respondés que sí, que es legal. Llegan a una pizzería y mientras te preparan una grande de jamón le pedís al vietnamita que te acaba de cobrar que te deje pasar al baño. El lugar es tan chico que tenés que cruzar la cocina, donde los pizzeros hablan español. Son guatemaltecos y después de hacerte unos comentarios de la semifinal Argentina-Brasil, te aclaran que ellos también dicen "vos" y no "tú". Pizza adentro y a caminar. Llegan a Castro, el barrio gay y tu amigo propone sentir la cultura estadounidense en un Starbucks. Al terminar el café, uno de la mesa de al lado te dice, en frente de su novio caucásico, que tenés un "beautiful hair". Te vas con tu amigo a paso redoblado y le preguntan a alguien cómo ir al barrio chino. Responde en italiano al tiempo que a tu lado pasa una pareja de franceses y tu amigo, el tunecino, recuerda sus cuatro años de universidad en París. En cinco minutos están perdidos de nuevo. Le preguntan a un grupo de asiático-americanas que señalan un túnel. Del otro lado desaparecen, casi, los carteles con letras de tu alfabeto. Todo está escrito en un oriental indiscernible. Él y vos atraviesan pescaderías, restaurantes y una iglesia que anuncia misas en mandarín, inglés y cantonés. De repente el paisaje cambia. Ves a dos sordomudos hablando con señas. Te equivocás: escuchan perfectamente además gritan... en italiano. Después del gelato en "Little Italy", un afroamericano te pide un dólar, y ante tu negativa te pone una mano en el vientre al tiempo que te dice "you are so sexy". Vas al Golden Gate pensando en suicidarte, pero decidís volver porque tu amigo prefiere bar a morgue. Encuentran uno que pinta bien y entran. Además de estadounidenses, hay australianos y escoceses alrededor de un irlandés que canta y toca el piano. Tiene la manía de preguntarle a todo el mundo, entre canción y canción, de dónde vienen.
¿Acaso eso le importa a alguien? Te preguntás, compartiendo el vagón con un grupo de indios.

lunes, 4 de agosto de 2008

Pequeños destellos de la vida Californiana
El Silicon Valley es aburrido. Puede ser que sean demasiados geeks todos juntos o una manga de adictos al trabajo... la explicación científica exacta no la sé, pero es aburrido.
Para los que (al igual que yo antes de venir) no se ubican geográficamente, el Silicon Valley queda al sur de la Bahía de San Francisco. La ciudad más grande es en la cual yo vivo: San José. Es un canto a la vida con su millón de habitantes y el centro apenas más grande que el de Deseado. Suerte que para contrarrestar está San Francisco que no admite quejas: hay cosas para hacer, visitar, tiene un centro interesante, un barrio chino, uno japonés y uno italiano.
Sin embargo, señores, quiero en este momento agregarle una etnia más a esa ciudad... porque oculto en una esquina casi anónima se encuentra lo que yo desde ahora bautizo EL BAR MÁS ARGENTINO (y uruguayo, y paraguayo y sudbrasilero) DEL MUNDO.
Encontrarán curioso que lo llame de esta manera cuando les diga que el único argentino presente era yo. O que no había ni bandera ni música ni siquiera un partido de fútbol en la tele. No señor. Sin embargo en ese bar había algo tan pero tan argentino que en Argentina no se consigue porque sería demasiado.
Como dirían en España... "para muestra un botón":

Sé que es difícil sacarle los ojos de encima al loco de la guerra ese que se parece a Brad Pitt y saluda como Ronaldinho. Pero una vez superado el shock, podemos ver que una de las seis birras ofrecidas en el lugar era de YERBA MATE. Obviamente que después de explicarle al personaje este que el mate y yo somos congéneres, me pedí una... mirá si me la iba a perder!
Como verán, lo único verde es el dólar. En cuanto al gusto... jodido. Hecho birra, hasta a mí se me complica, que mateo hace muchos años. El mate es amargo que da miedo de por sí, así que imaginate hecho "matecerveza". La única comparación que encuentro sólo la van a poder entender los más osados: todos, los valientes y los cobardes, alguna vez nos dimos cuenta de que un carozo de durazno es pariente de una almendra. Sólo los más aventureros tuvimos los huevos de abrir uno con un martillo y comernos la pepita que hay adentro. Bueno, EXACTAMENTE ASÍ es la birromate.
Me la tomé con el orgullo patrio que la situación ameritaba, pero me faltó nacionalismo para pedirme otra. Era asquerosa, pobrecita.
Poné la pava, che.

viernes, 11 de julio de 2008

Descubrimiento matemático
Teorema: nosotros + otros = nosotros para todos los nosotros y los otros que sepan sumar(se).
Uno puede tener más o menos capacidades en el mundo laboral. Sin embargo, creo que hay cosas más importantes que que ser muy bueno en tu trabajo: creo que lo fundamental son las relaciones humanas.
Una conversación compartiendo un asado, una tapa de jamón o una pizza dice de uno mucho más que lo que se puede mostrar con PowerPoint.
Para que quede claro a lo que me refiero, voy a poner un ejemplo práctico:
Un día, un grupo Z en un centro de investigación tiene una reunión con el grupo A de la empresa numero uno del mundo en fabricación de microprosecadores. La estructura era clara: los pobres estudiantes (de Z) presentaban su trabajo ante los consagrados investigadores (de A), y luego los consagrados (de A) maravillaban con sus relevantísimos trabajos a los apichonados (de Z).
La realidad, claro está, es que esta sistemática no se trata más que de un protocolo porque está más que probado (y todos, en el fondo, en esa reunión lo sabían) que genios hay pocos y el resto tenemos que conformarnos con el rótulo de mortales cualunques.
La mayoría de los alumnos dió una presentación relacionada con el tema con el que los consagrados estaban más familiarizados. Hubo uno, no obstante, que se descolgó con cosas un poco raras que no parecían para nada interesantes. No fue porque quiso ser original, sino porque no tenía nada mejor que contar. Llamémoslo Cualunque. Si los consagrados hubieran tenido que elegir la mejor presentación o el tema más interesante, en la lista Cualunque habría quedado último.
En la noche de aquel día, el centro de investigación pagó una cena en un restaurante caro para quedar bien con los consagrados (cuando se está en desventaja, siempre los Z quieren impresionar a los A). Cuando la comida estaba sobre la mesa, el vino servido y las servilletas de cada uno sobre los regazos ocurrió el milagro: todos pasaron a ser parte del grupo C.
Nadie perdió sus atributos personales, cada uno siguió siendo un estudiante o un consagrado, pero la taxonomía no es más que algo que nos inventamos para dividir a lo que queremos entender. Separamos a los seres vivos en animales y plantas y después se trata de poner parches cuando la rueda se pincha.

- Ah... ¿no sólamente hay carnívoros y herbívoros sino que también tenemos a los que comen de todo? No importa... poneles "todívoro".
- Jefe... "todívoro" queda feo.
- Bueno, ponele algo que suene más latín... más Darwin... ponele "omnívoro".
- OK, ya ta.

Volviendo al tema, aquella noche le hicieron honor a la naturaleza transformándose en un ecosistema que, resumiendo, es donde los Zs conviven con As. Y así se pasaron la noche charlando, contándose cosas y comparándose unos a otros con baremos que fueron en todo momento justos. No tu título universitario sino la cantidad de acentos que tiene tu lengua materna; no tu sueldo anual limpio de impuestos sino qué tipos de restaurantes se pueden encontrar en el lugar donde vivís.
Al otro día fue la segunda vuelta de reuniones de Zs contra As. Paro ya nunca nada volvió a ser igual. Ya habían interactuado de verdad, y eso se notó. Cada uno hizo un esfuerzo para volver a ubicarse en su lugar. Cualunque (aquel de la presentación desafortunada) no pudo. No pudo, en realidad, dejar de mirarlos a todos como parte de su ecosistema. Opinó, se equivocó y se contradijo como lo hubiera hecho el día anterior, pero esta vez ya sin miedo porque sabía la humanidad de sus cotertulianos.
Al finalizar la reunión, compartiendo un jamón de calidad media (suficientemente buena para dejar contentos a As pero no tanto como para tirarles margaritas a los Zs), Cualunque tuvo una conversación seria y profesional con un miembro de A. La charla se extendió en las siguientes semanas cuando Cualunque sacó el tema por email y se ofreció a trabajar en cierta idea que le parecía interesante. El miembro de Z le respondió solicitándole un currículum y, más tarde y tras una entrevista telefónica, invitándolo a trabajar con él a California por tres meses.
Me da la sensación de que Cualunque nunca hubiera recibido tal oferta de ser únicamente por su presentación. Cualquier otro de los estudiantes parecía (e incluso creo que así lo era) más apto y adecuado para el puesto. Quiero pensar que aquella noche donde se habló de igual a igual sirvió para dejar una buena impresión, que siempre es el mejor de los posibles puntos de partida. Lamentablemente eso nunca lo sabré.

Abrazos!

Ah!!! me olvidaba: desde mañana y hasta fines de Octubre voy a escribir desde EEUU porque me voy a pasar un tiempito haciendo una investigación en una empresa número uno del sector. Laboralmente sospecho que será impresionante pero creo que lo mejor es lo que me llevaré de vivir en otro lugar desconocido. Cuando tenga tiempo les cuento cómo conseguí la oferta, es una historia muy curiosa!

lunes, 7 de julio de 2008

DEA
En las películas de Hollywood es la división antidrogas de la policía, pero en mi caso significa Diploma de Estudios Avanzados.
Después de poco menos de dos años de este lado del charco, esta mañana presenté mi proyecto de tesis (donde uno explica qué hará para conseguir su doctorado desde ahora hasta terminar). Afortunadamente después de veinte minutos exponiendo y un poco más de diez respondiendo preguntas, lo aprobé.
¿En qué se traduce esto? Básicamente es un título que te dan a mitad de camino de tu doctorado. Sirve para que el tiempo que llevo estudiando y trabajando en Barcelona se capitalice en un Diploma de Estudios Avanzados en Arquitectura y Tecnología de Computadores. Ni siquiera yo, flamante poseedor, sé muy bien lo que significa este nombre tan largo. Si tuviera que explicarlo diría que es el título que le dan a uno cuando estudia y trabaja apoyado por la familia y un montón de seres queridos de acá y de allá que te dicen que confían en vos y que le metas para adelante.
Gracias, locos. De verdad.

lunes, 30 de junio de 2008

Promediazo
No tengo vergüenza de confesar lo que me está pasando ultimamente: vengo con un promedio de dos veces por día. Nunca pensé que llegaría a escribir esto en el blog, pero es que estoy un poco desesperado y, según mi opinión, no es para menos.
Verán: yo creo que es el verano. Estoy seguro que el calor es el responsable de todo esto y estoy preocupado porque no sé si es normal. Quiero decir, nunca antes en la vida me había pasado de esta manera. No voy a negar que en un acto de arrojo, alguna vez tuve que repetir durante la misma jornada pero ahora es distino. Ahora es cada día doblete. Es como que estoy a full e incluso me siento un poco mal si un día, por hache o por be, en lugar de hacerlo dos veces el marcador termina en uno.
En general es una vez a la mañana y una a la noche. Para ser sinceros creo que en este ámbito el "uno atrás del otro como puñalada de loco" no tiene sentido. Yo creo que mientras más tiempo pasa entre una vez y la siguiente, mejor es el aprovechamiento y más se disfruta.
Trini está contenta... y claro! no es para menos... en estas cuestiones más vale que sobre y no que falte. El finde pasado nos fuimos a Menorca y un día, si mal no recuerdo, totalicé 4 veces: dos en el departamentito que alquilamos, una en la piscina y una en el mar.
Lo que me preocupa, señores, es la pérdida de tiempo que esto genera. Ya sé que mucha gente no estará nada de acuerdo con esto y pensará "eso es como comer o dormir: no es una pérdida de tiempo sino una necesidad". Si bien para mí sí que es una necesidad casi física, diría, no puedo dejar de pensar en el tiempo que me consume. Con un promedio de, digamos, 30 minutos por vez (entre pitos y flautas, desde que te empezás a sacar la ropa hasta que está todo terminado 100%), estoy perdiendo UNA HORA POR DÍA. Y eso de verdad es un montón.
La cosa es que hoy tomé una decisión. Se acabó lo que se daba. Ya le dije a Trini bien clarito:

- A partir de mañana, te guste o no, me baño a lo sumo una vez por día.

Abrazo a todos, manga de mentes podridas!

jueves, 19 de junio de 2008

Después de un tiempito sin blog (en el último medio año publiqué sólo cuatro entradas) siento la necesidad de volver a escribir para la gente a quien le importo. Así que ahí vamos...

Gibraltar
El finde pasado estuve en Málaga visitando a dos amigos: el Ruso, de Uruguay (aunque suene extraño) y Andresito huevo frito, dos amigos míos que no se conocen entre sí pero que comparten el ser grandes personas.
Sin menospreciar el resto del tiempo que pasé en esta ciudad siempre divina, quisiera ahondar en ese sábado compartí con el Ruso dando vueltas por Gibraltar.



Para los que, como yo hasta hace un par de días, no lo saben: Gibraltar es un "territorio ultramarino del Reino Unido" así como muchas otros pequeños pedacitos de mundo, incluyendo las islas malignas. Los españoles gritan "Gibraltar español" con el mismo derecho que los marroquíes gritan "Ceuta y Melilla marroquí", pero la realidad es que los Gibraltareños se sienten Gibraltareños y vecinos de España.
El hecho es que esta condición de ser inglés en españa y español en inglaterra transforma a este rinconcito de Europa en un lugar muy particular que vale muchísmo la pena visitar. A continuación describo las cosas que más me llamaron la atención de este viaje.

Semáforo peculiar.
Nunca hubiera pensado que me sorprendería hoy por hoy con un semáforo. Son un elemento cotidiano casi como cualquier otro y están en todos lados (hasta en Puerto Deseado tenemos semáforos!).
Pasados unos metros de la frontera de España hacia Gibraltar uno se encuentra con uno de estos inspectores de tránsito lumínicos y automáticos. Sin embargo, no se trata de un semáforo cualquiera. Se pone en rojo, sí. Cuando se pone en rojo los coches paran, sí. El tema es que los coches NO paran para que pasen otros coches. No señor. Por más inverosímil que pueda parecer, los coches paran PARA QUE ATERRICE UN AVIÓN!.
Resulta que Gibraltar es tan pero tan chiquito que tuvieron que hacer que la ruta que va desde la frontera con España al centro de la ciudad (una distancia de, digamos, dos mil metros) tenga que atravesar la pista de aterrizaje del Gibraltar Airport. Así como suena. Incluso los pobres, como nosotros, que fuimos en colectivo hasta la frontera y después todo a pata pelá, tuvimos que cruzar la pista caminando. A primera vista parece un insulto ingenieril, pero claro: un puente no pueden hacer por el tema avioneril y un túnel tampoco es trivial porque la pista está construída sobre terreno ganado al mar :)
Para los más curiosos, el cruce en cuestión:


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Bilingüismo (y bimonedismo) extremo.
La gente habla español e inglés perfectamente. Que quede claro: perfectamente. Sin acento foráneo en ninguna de las dos lenguas. Hablan inglés como mi compañero inglés y hablan español como Andrés. Bueno, en realidad con acento un poco más Andaluz. Tengo todavía presente a dos taxistas a los cuales después de oirlos promocionar un mini-tur por el peñón para los turistas ingleses, me acerco y les pregunto (a cada uno por separado en diferentes momentos) "hablas español?". Los dos me contestaron con un "claro, hombreeee" y a continuación se largaron a contarme algunas particularidades de la vida en Gibraltar como que el colegio es en inglés, que entre ellos hablan generalmente español por influencia de la frontera con España y cosas por el estilo. Es MUY CURIOSO que un tipo con un acento andaluz de libro te hable de España como algo ajeno, como un país vecino al cual él no pertenece. Es difícil de explicar.
Otro ejemplo claro es la mujer que nos vendió las entradas para subir en telesférico al peñón que tenía todos los rasgos, la vestimenta (aros grandes inclusive) y el acento de una "cantaora" de flamenco pero que se dirigía a los turistas británicos como lo haría el que vende la entrada al British Museum en Londres.
Ah! y me acabo de acordar: no dejo de asombrarme de los viejos octagenarios que, al igual que en Barcelona, se sientan en bancos en la calle a leer el diario y a comentar cosas como "Joé qué caló". Hay una pequeña diferencia con sus pares barceloneses: en lugar de "El Periódico" estos tienen entre manos el "Gibraltar News". Es raro verlo... muy raro.
Por otra parte ahí también conviven dos monedas: oficialmente tienen la libra gibraltareña, que es intercambiable uno a uno con la libra esterlina. Sin embargo no me refiero a este "bimonedismo" sino al libra-euro. Todo está en los dos precios y está lleno de casas de cambio (las casas de cambio son algo ya no tan común en Europa dado que muchos países comparten como moneda el euro). Ahí se nota que se sienten más Británicos que Españoles: TE MATAN CON EL CAMBIO EN LOS COMERCIOS. Mientras que en las casas de cambio la conversión es más o menos 1 libra = 1,25 euros, en las de souvenirs una taza "I was in Gibraltar" (made in China, supongo) te sale 4 libras o... 7 euritos :)

Monos ladri.
Otra particularidad gibraltareña son los macacos de gibraltar (también conocido como "Monos de Berbería"). Yo sabía que ahí había monos... lo que no sabía eran sus intenciones.
No es que estén en jaulas ni en lugares alejados. Estos bichos son lo contarios a cualquier otro animal excepto als ratas: abundan más donde más gente hay. Si caminás un poco para algún lugar medio solitario no hay un mono ni de casualidad. Sin embargo cuando paramos en el funicular en la estación más alta del peñón, había tres de estos degenerados esperando. Las palabras (en perfecto inglés, como siempre) del conductor andaluz explicaron todo: (traduzco) "Parecen adorables pero sólo están aquí por una razón: para ver qué pueden robarse".
Resulta que los monos son unos chorizos profesionales que creen que todos llevamos comida, entonces nos roban. Ni bien bajamos el ruso dejó su mochila en el suelo para sacarle una foto a estas criaturas adorables cuando en ese momento vino uno por atrás y SE LA MANOTEÓ! Por suerte no se la llevó porque el conductor medio amagó una patada y el bicho reculó. Sino se armaba un quilombo importante. Me imagino el embajador de Uruguay reclamando por la mochila de su ciudadano y por otro lado cortes de ruta (o de pistas aéreas) a favor de los monos!

Cuevas y túneles.
Al margen de la extrañez de ciertas cosas, en gibraltar hubieron dos cosas que me llamaron mucho la atención: una es una cueva natural muy grande (tan grande que tiene un auditorio adentro) con estalactitas y estalagmitas (palabras que desde chico me gustan mucho).
Otra cosa digna de ver son túneles (que por simetría podríamos denominar "cuevas artificiales") que hicieron los gibraltareños durante el denominado "gran asedio", cuando la ciudad estuvo sitiada durante tres años. Con los escombros de esta excavación hicieron la base para la tan particular pista de aterrizaje.
Dentro había cañones apuntando hacia afuera a través de pequeñas ventanitas hechas en la piedra. Durante esos tres años se dispararon más de 200 mil balas de cañón. Con el Ruso sacamos la cuenta y eso da maś o menos un disparo cada 10 minutos DIA Y NOCHE. ¿Cómo no van a quedar locos hasta los monos? ¿no?

Chin pum.
Estimados, habiendo reinaugurado este espacio, me despido hasta una próxima (y pronta) nueva entrada.
Abrazos a mansalva!
Yo, siempre al pie del cañón ;)

martes, 22 de abril de 2008

Nuevas experiencias
La versión masiva de la mancha congelada: resulta que hay una especie de moda ahora que consiste en congelar una parte de una ciudad por 5 minutos. Básicamente se hace circular una cadena de email diciendo que todo el que quiera está invitado a congelarse algún lugar y momento. En este caso fue en la Plaza Real de Barcelona. Un montón de personas moviéndose y cuando sonaba la trompeta, CHAC! todos congelados! 5 minutos de inmovilidad hasta que al volver a sonar la campana, se volvía a la normalidad. Mirá si me lo iba a perder!!!
Yo fui con Srdjan y Trini e imprivisamos congelarnos mientras él, encapuchado, le robaba el bolso a ella, que iba caminando de mi mano. El resultado: este es el video oficial




En el minuto 1:11 se ve a Srdjan (mi compañero de piso) encapuchado robándole el bolso a Trini (vestida de rojo y con lentes). Yo estoy de la mano de ella pero no aparezco :(
Cambiando de tema, el otro día estuvimos con Pepe en Irlanda. Fuimos a visitar a Ana que está perfeccionando su english allá. Paseamos mucho porque alquilamos un coche. Realmente esto te da muchas libertades pero haberlo hecho justo en ese lugar tiene una parte mala que paso a explicar:
Manejar por la izquierda es algo que ni siquiera vemos en las películas, pero que pasa. Irlanda, entre otros países como Inglaterra, Australia y Japón, es tierra de ir por la izquierda. Todo es al revés: se entra en una rotonda por la izquierda, se adelanta por la derecha. Todo perfectamente simétrico. Incluso los coches: el volante está del otro lado y los cambios se ponen con la izquierda. Resumiendo sería algo así como un despelote :)
Al principio es como cuando uno está aprendiendo... va nervioso y no entiende mucho. Después del sexto golpe de tu mano derecha contra la puerta, te das cuenta que la palanca de cambios está del otro lado y le das la orden a la izquierda. Al cabo de una hora vas como pancho por tu casa hasta que por algún motivo tenés que doblar inesperadamente. AHÍ! es cuando te volviste a meter por la derecha y te ganás bocinazos de todos lados. Por suerte... nos turnábamos con Pepe (y una vez también manejó Ana) entonces eramos varios pares de ojos prestando atención. Yo solo hubiera sido catastrófico.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Bonus tracks!
Volviendo a Barcelona, entre aeropuertos y aviones me dispongo a escribir este resumen de mis vacaciones en mi patria madre.
Hubieron muchos puntos muy altos, muchos momentos buenos. Sin duda uno es la "mega fiesta" que me organizó mi familia, que ya es casi un clásico y que disfrutamos como locos!!! Además volví a convivir con Mamá, Papá, Mariana y la Abuela, aprendí un poco sobre la cría de conejos gracias a mi amigo Gatto que ve en los gazapos el futuro, estuve para el cumple de mis dos viejos, hablé con mi hermana sobre estudiar en la universidad, salí por primera vez a tomar algo con mi abuela a solas, fui a pescar con mi viejo, hablé mucho con mi mamá, hicimos varios asados en varios lugares, me reencontré con mucha gente que quiero y que me quiere... en fin, un mar de cosas buenas que siempre quedan en la memoria.
Como si fuera poca toda esta alegría, hubieron tres cosas totalmente inesperadas que me regalaron 3 momentos espectaculares tipo "bonus track". El primero en aparecer (y el último, en concretarse) fue el viaje al Chaltén. Un día aparecen Renzo y el Oso en mi casa y me preguntan qué voy a hacer el finde. Como tenía pensado ir a ver amigos a Comodoro, explico que voy a ir ahí y me dicen "¿Y si nos vamos al Chaltén?". Acepto gustoso y al otro día ya pagamos el alojamiento. De manera inesperada Ren tiene un problema familiar y tenemos que suspender el viaje. Ante la duda, postergamos la reserva en el hotel una semana y esperamos.
Mientras tanto, yo ya me había ido a Comodoro a ver amigos. Tras comentarle este problemita a Esteban mientras compartíamos una Quilmes Stout, él me cuentaque su vieja estaba alquilando una cabaña en el bolsón y que había lugar, así que ahí nomás acepto la oferta y sumamos a Mariano. Los tres un fin de semana al Bolsón (Esteban... ¿las fotos para cuándo?). Salimos el viernes a las 4 de la tarde y llegamos a las 3 de la madrugada. Hubieron mil momentos para recordar como una nube de mosquitos de 15 KM de diámetro, una tarde en la fábrica de cerveza artesanal (¿no es contradictorio que si es artesanal tenga una fábrica?), una dueña del hostal (la segunda noche no había lugar en la cabaña) que decía "yo soy norteamericana pero eso ya fue" o "eso está lleno de hippies" cuando ella vivía en una granja con paredes de botellas, haciendo cerveza artesanal, toda desgarbada y con pelos largos!!!
Decía que hubieron mil momentos que quedan en el recuerdo (si no nombro alguno, la seguimos en los comments con ayuda de Mariam y Esteban) pero me quiero quedar con uno: la subida al Piltriquitrón, el cerro más alto del lugar. No es de tan fácil ascenso porque es empinado y largo pero tampoco es para andinistas. Tuvimos que dejar a la abuela de Esteban en el camino así que subimos Esteban, Margarita (la mamá), Mariam y yo.
Está clarísimo que nos costó un Perú, pero tuvo su recompensa. Antes de llegar al "refugio", el último punto de civilización a 1500 metros de altura que consiste en una cabaña con una parejita que vende cerveza artesanal y torta casera, encontramos el Bosque Tallado . Según parece es un bosque que se incendió y los artesanos tallaron los árboles secos con diferentes formas. Realmente está muy bueno y algunas esculturas parecen de película. Seguimos subiendo y mientras compartíamos una cerveza artesanal en el refugio vemos volar cóndores. No como se suelen ver, un pájaro en el cielo que podría ser confundido con un aguilucho. No señor... bien de cerca. En ese momento sentí que se estaba coronando la situación. Ya no importaba el cansancio del ascenso ni el gusto horrible de esa cerveza. Estábamos a 1500 metros de altura viendo cóndores y compartiendo con amigos ¿puede ser mejor?
Volvimos del Bolsón pasando por el parque nacional Los Alerces que tiene unos paisajes imposibles y tomando (tanto o más que a la ida) tereré, que es mate frío con jugo de limón o pomelo. En total fueron unos 1800 kilómetros manejados en su mayoría por Esteban, siendo yo piloto suplente para ciertos momentos (como cuando "enganchamos una liebre").
Otro punto inesperado fue lo del casamiento de Pauli y Jorge: la noche anterior al gran día, yo estaba en la casa de los padres de Renzo charlando de cosas de la vida cuando me suena el teléfono y Jorge me pregunta si quiero ser testigo porque el "titular" había tenido un problemita de salud y no llegaría. Acepto y ni bien corto el teléfono me empiezo a preocupar porque ya no iba a ser un invitado más, ahora iba a ser EL TESTIGO (trucho, como me bautizaron, pero testigo al fin). Sobre la marcha cambié la vestimenta para el civil. En lugar de jean y camisa clavé traje y corbata para estar a la altura. Firmamos el libro y a la noche estamos de fiesta. Una fiesta hermosa que duró hasta las mil quinientas. Habíamos quedado con Renzo que él pasaba tipo 5:30 por mi casa pero a esa hora yo seguía bailando (y Gastón, que pasaba música en la fiesta seguia trabajando) así que dos tripulantes del viaje a Chaltén estábamos atrasados.
No sé si esto lo leerán Pau o Jorge alguna vez, pero tengo unos 4 o 5 granos de arroz que voy a conservar durante unos años y un cierto día se los voy a dar como una grata sorpresa. No importa que lo escriba acá, porque se van a terminar olvidando de esto y se van a sorprender cuando los reciban de cualquier manera :P
Terminado el casorio fui para casa a cambiarme y agarrar la mochila que (como en los programas de cocina) ya tenía previamente preparada. Llegan en la camioneta Ren (al volante), el Oso (adelante) y atrás Gastón y el Negro Raúl. Mi viejo (que se había levantado a esa hora de la madrugada para desearnos buena suerte) nos dice que vayamos con cuidado y que lo pasemos bien. Y arrancamos.
De este viaje también me quedan mil momentos lindos como el quilombo que armamos en el hostal tocando y cantando chacareras y tangos de la mano del Oso y Raúl, o como cuando uno dijo "Oso, vos te tirás pedos contorsionistas" y como todo el mundo puso cara de no entender, dijo "porque parece una banda tocando"... aaaaahhhhh!!! concertista!!! jajajaja.
También puedo tomarme el atrevimiento de elejir un momento de este viaje. Para mí EL momento fue el día del glaciar Huemul. Llegamos al Lago del Desierto, a 37 km de Chaltén y sólo había un puesto de choripán regenteado, cómo no, por un cordobés. El lago es maravilloso, increíble... es una postal de sol a sol. Le preguntamos al choripanero qué tal la subida al Huemul y dice que los últimos 80 metro son jodidos pero que el resto es fácil. Imagínense cómo sería que pensamos "estos son los últimos 80 metros" unas 4 veces. LLegar arriba fue impactante. Un glaciar derritiéndose y formando una laguna a sus pies que por el otro lado rebalsaba y se transformaba en un río. No había casi nadie. Comernos un sánguche ahí, tomando agua del deshielo es el momento que elijo. De nuevo, lo elijo porque se suavizaban todas las desventajas: no importaban las moscas ni el sol quemándote el doble. Estábamos ahí, frente a un glaciar para nosotros solos, charlando, comiendo y riéndonos.
En fin... un viaje espectacular con tres frutillas en la torta que quedan en mi memoria.
GRACIAS!

lunes, 14 de enero de 2008

Un Deseado Puerto

Tengo la costumbre de escribir en este lugar para compartir con mi gente de Argentina las cosas que me pasan en el viejo mundo. Resulta que esta vez, la tortilla se da vuelta y encuentro en mi hometown, Puerto Deseado, escribiendo para mi gente Española, Catalana, Argentinos no residentes y demás yerbas de esta fauna diversa que alguien llamó alguna vez humanidad.

Para ir ambientando... Puerto Deseado está situado en el paralelo 47S mientras que Barna es el 41N. Eso en criollo significa que acá hace más frío que allá. De hecho, ya estrené una campera (chaqueta) que me regaló mi familia con intenciones de que la use recién a mi regreso. Pobres ilusos, hace 17 años que viven en el sur y todavía no terminan de aprender que en verano también hace frío.

Otra cosa muy curiosa es el tema luz natural. Dice una canción patagónica:


Sabes, el sol está tan alto
casi es la medianoche
eso pasa en verano.


a la cual nosotros siempre le cambiamos el último verso por:

eso pasa en Deseado.


La cosa es que, como se aprecia en la foto, son las 22:30 y esto está de día como si fueran las 5 de la tarde.

Para el que no tiene idea de dónde vivo: para llegar de Barcelona tuve que tomar 4 aviones y después de eso, 4 horas en coche. Tiempo total: 52 horas de viaje (haciendo noche en Buenos Aires). Por suerte, al aterrizar el último avión me estaban esperando mis viejos en el aeropuerto (la ciudad se llama Comodoro Rivadavia) y cuando salimos a la intemperie el viento patagónico me hizo tambalear como diciendo "bienvenido a casa, pibe".

Se imaginarán que todo es reencuentro: lugares, gente, olores y cualquier rastro que por más ínfimo que parezca, te trae alguna anécdota de la infancia o adolescencia. Realmente una sensación muy linda.

El sábado hicimos lo que yo denominé "mega fiesta en Deseado". Nos juntamos en un quincho* con toda mi familia, amigos varios no sólo de Deseado sino de Comodoro también. Estos últimos recorrieron 300 kilómetros exclusivamente para venir a compartir un asado una noche conmigo. Especiales gracias a Ana, a Carlos y a Caro (papás y hermana respectivamente de Sebacar, también conocido como Punta de Diamante o simplemente Seba). Mariano también merece gratitud por haber hecho coincidir sus vacaciones con las mías para que nos encontremos en Puerto Deseado, lugar en el cual ya hace muchos años que no vivimos durante el año pero al cual siempre volvemos con precisión casi pingüineril.

Mi familia fue la encargada de organizar todo, así que repito lo de siempre... con ellos no valen las gracias. A estos tipos hay que hacerles un monumento con algún material bien resistente tipo bronce, para que quede para toda la vida. Mi papá junto a Carlos hicieron el asado que salió espectacular y entre mi mamá, mi abuela y mi tía organizaron todo el resto. Mi hermana, pobre, no pudo ayudar mucho porque tiene un pie quebrado así que está con un yeso y muletas. Yo la quería hacer trabajar igual, como cualquier hijo de vecino pero el resto de la gente fue más piadosa ;)

Comida sobró "p'aburrír" como dirían por aquel lado. De este lado diríamos "para hacer dulce". Ambas frases tienen el mismo significado: durante la próxima semana y media voy a comer asado y ensalada. El lado positivo es que me voy a "poner al día" así no extraño tanto cuando vuelva para Barna, no?

La megafiesta fue inmejorable. Esta vez sin manchas de fernet en el techo como la vez pasada pero con el mismo espíritu fiestero. Cantó el Oso con parte de la gente de su banda, que son unos genios, para completar la postal del asado siempre en el mismo lugar, con la misma gente que ya se transformó en un clásico. Nos reímos mucho, cantamos y hasta salieron un par de cantitos/chistes (llamados aros en Argentina) inventados por mi papá y por el de Seba respectivamente:


Ayer pasé por tu casa
y me tiraste con un inodoro
me olvidé**

Ayer pasé por tu casa
y me tiraste con una computadora
casi me interné.


En fin señores, con alegría me despido de todos dejándolos en compañía de un video que es realmente un despelote sin mucho sentido pero da una idea de todo lo que nos reímos en esa fiesta!













Abrazo



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* La RAE dice que es un cobertizo con techo de paja sin paredes. Eso en la Patagonia no existe porque se volaría y además todos se cagarían de frío. Cuando digo quincho me refiero a un salón grande con una cocina que tiene parrilla para hacer asado donde la gente se junta a celebrar cosas.

** La mitad de la gente no lo entendió, pero es buenísimo!!! me olvidé = meo el bidet

miércoles, 2 de enero de 2008

Andorra, Navidad, Año Nuevo y el viaje a Casa (con mayúscula)
Hacía un tiempo largo que no escribía nada por estos lares. No es porque me haya olvidado de las miles de personas que a diario entran para ver si actualicé o que no haya pasado nada interesante en mi vida! Al contrario... estuve tan ocupado con cosas interesantes que se me complicaba pegarme una vuelta por acá para irlas inmortalizando. Es por esto que en este post trataré de hilvanarlas de la mejor manera posible para que compartan conmigo esta serie de experiencias y festejos.

ANDORRA
Para empezar a full: fuí a esquiar. Sí, señores. Por primera vez en mi vida me subí en un par de zapatillas de metro y medio de largo y me deslicé en el hielo.
¿Se acuerdan que en el post anterior contaba que Seba había estado unos días conmigo con destino final Andorra? Bueno... esta vez me fuí yo para allá y le devolví el favor ;).
Llegué un sábado al mediodía y como Seba estaba trabajando, me dí una vuelta por Andorra la Vella, la capital (Andorra es un país diminuto entre Francia y España). Hay mucha cosa comercial porque es un lugar con impuestos más bajos así que todo el mundo compra alcohol, tabaco, electrónica y demás cosas de la misma manera que nosotros lo hacemos en Usuhaia o en Punta Arenas. Mientras me comía un sánguche en el banco de una plaza y alternaba mi atención entre los transeúntes y las palomas que no me dejaban en paz, concluí que hay la misma cantidad de argentinos por metro cuadrado en Andorra que en la calle Florida un viernes al mediodía. La densidad sería aún mayor al irnos a las pistas de esquí.
El sábado a la noche estaba ya en casa de Seba, en Encamp. Vive con tres chicos más: dos argentinos y uno Catalán. Son todos extermadamente buena onda así que la cena y el vino antes de dormir fueron amenos. Entre todos me recauchutaron un equipo de esquí completo excepto botas que tuve que alquilar (5 euros el día) así que desde aquí mi más sincero agradecimiento para todos por prestarme, cada uno, algo.
Fuimos a hacer dedo con Seba el domingo tempranito para irnos a la pista, pero como llevábamos las tablas (las de Seba duermen en la pista), nadie quería levantarnos. Entonces el increíble, después de un mes trabajando ahí se da cuenta que tiene un uniforme de color azul, todo esponsoreado y que eso lo convierte en un instructor de esquí, dándole acceso gratis al funicular que quedaba exactamente frente a donde hacía media hora nos congelábamos y que lo llevaba directo hacia su trabajo. Solucionado: me voy en el "funi" y vos te quedás haciendo dedo. Perfecto: sin un mapa de nada, solo, cagándome de frío y haciendo dedo para ir a un lugar al que jamás fuí


Cuando dejaba de sentir el índice del pie derecho (meñique, anular y mayor ya estaban KO) me levanta un andorrano salvador que iba exactamente adonde iba yo: Grau Roig. Gracias querido Lluis, Francesc, Toni o como te llames!!!
Superadas estas dificultades técnicas y pagado mi pase, nos vamos "a la nieve" con Seba que (gracias, genio!) se había borrado las dos primeras horas de clase (perdiendo guita por mi culpa) para enseñarme. Para que se den una idea de mi nivel, empezamos con "Introducción a la técnica para subirse a un esquí I". Aprobé con éxito algunas de estas miniasignaturas, NO ASI "Sistema de frenos sobre esquíes II" ni "Cómo ir hacia izquierda o derecha a voluntad" I, II y III.
Seba tiene un cassette puesto. Cuando me hablaba a mí no era seba, era un instructor de esquí. Ponía ese tonito un poco antinatural que ponemos todos cuando explicamos algo. Una voz un poco impostada y las palabras con una cadencia casi de canción. De a ratos se acordaba que su alumno no era un nenito de 5 años ni una inglesa de 40 ni un español de 27... ERA YO! Su amigo!. Entonces repentinamente cambiaba el tono y las palabras. Algo así como:
"Y ahora abrimos la izquierda y presionamos hasta sentir en el dedo gordo nuestra fuerza. Hay que encontrar el punto, sentir el esquí. Desde que nacemos nos enseñan a sentir con las manos, aprender a esquiar es aprender a sentir con los pies... ENTENDÉS, BOLUDO, NO??? SINO DECIME Y TE LO DIGO DE VUELTA, EH???"

En fin... justo cuando nos íbamos a subir a un medio de elevación que te lleva a la cima de la pista para principiantes (o "de los tontos"), se tuvo que ir a dar una clase dejándome solo desamparado ante tanta montaña. Para no desaprovechar el tiempo, decidimos (mi coraje y yo) subir a nuestra costa. Después de esas primeras bajadas elaboré una teoría "si no se sabe doblar ni frenar en esquí a velocidades ridículamente bajas, no se sabrá tampoco bajando al caño desde lo alto de una cuesta". Y ahí tuve que improvisar de la siguiente manera: si voy muy muy rápido y me estoy por estrellar contra alguien, me tiro al suelo y me parto la crisma yo solo". Funciona.
En fin... cuando seba terminó las clases comimos algo y volvimos a esquiar ahora sí con más éxito de mi parte, concluyendo que me gusta la nieve.

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NAVIDAD
Nos juntamos en casa, con mis compañeros de piso (Armin y Aileen, EEUU y Sergio, Serbia) y un amigo argentino denominado hasta ese día Augusto.
Comimos bastante y nos empezamos a quedar dormidos en el sofá cuando nos despertamos y nos activamos increíblemente con Augusto para ir a un bar y luego a una discoteca. Augusto a las 6 y media se tenía que ir al aeropuerto porque volaba para Argentina. Por lo que me contaron... llegó.
Creo que las palabras para presentarles a Augusto están de más, teniendo este testimonio, registrado con mis propias manos esa mismísima nochebuena. A partir de ahora para mí es "Augusto Noel":




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AÑO NUEVO
Para año nuevo vino Seba a pasarlo a Barcelona. Lo pasamos en la casa de Toni y Sandra, amigos de Trini, con ella y Ana Barreiro. Nos divertimos mucho (esta vez sin entrevistas a nadie). A las 12 nos comimos las uvas, una con cada campanada y cada uno a su manera: algunos se las meten todas a la boca y después a arreglárselas, los más cuidadosos las despellejan y les sacan las semillas. Yo a lo bestia.
Fue muy lindo pasarlo con todos ellos porque son gente adorable. Con Toni y Sandra, los dueños de casa, de una calidez impresionante. Con Ana porque es mi primera amiga del otro lado del charco, con Trini porque es Trini y es increíble (ustedes saben) y con Seba porque es un lujo tener un amigazo como él y poder brindar a las 12 juntos, a tantos kilómetros de casa.
Después nos fuimos a una fiesta en un colegio donde nos encontramos con el resto de la mafia y en medio de la misma, tipo 3 y pico, llamé a casa para desear felisamemuero argento. Un ratito más tarde llamaría mamá para darme una sorpresa: mis hermanos del alma Gatto, Mariam y Javi habían pasado a brindar con mi familia. Un gesto impresionante que agradeceré dentro de menos de una semana, cuando del otro lado del charco atrasemos el reloj unos 7 días para que al dar las 12 brindemos por un feliz 2008!

BUEN AÑO PARA TODOS, MANGA DE DEGENERADOS! LOS QUIERO.