martes, 22 de abril de 2008

Nuevas experiencias
La versión masiva de la mancha congelada: resulta que hay una especie de moda ahora que consiste en congelar una parte de una ciudad por 5 minutos. Básicamente se hace circular una cadena de email diciendo que todo el que quiera está invitado a congelarse algún lugar y momento. En este caso fue en la Plaza Real de Barcelona. Un montón de personas moviéndose y cuando sonaba la trompeta, CHAC! todos congelados! 5 minutos de inmovilidad hasta que al volver a sonar la campana, se volvía a la normalidad. Mirá si me lo iba a perder!!!
Yo fui con Srdjan y Trini e imprivisamos congelarnos mientras él, encapuchado, le robaba el bolso a ella, que iba caminando de mi mano. El resultado: este es el video oficial




En el minuto 1:11 se ve a Srdjan (mi compañero de piso) encapuchado robándole el bolso a Trini (vestida de rojo y con lentes). Yo estoy de la mano de ella pero no aparezco :(
Cambiando de tema, el otro día estuvimos con Pepe en Irlanda. Fuimos a visitar a Ana que está perfeccionando su english allá. Paseamos mucho porque alquilamos un coche. Realmente esto te da muchas libertades pero haberlo hecho justo en ese lugar tiene una parte mala que paso a explicar:
Manejar por la izquierda es algo que ni siquiera vemos en las películas, pero que pasa. Irlanda, entre otros países como Inglaterra, Australia y Japón, es tierra de ir por la izquierda. Todo es al revés: se entra en una rotonda por la izquierda, se adelanta por la derecha. Todo perfectamente simétrico. Incluso los coches: el volante está del otro lado y los cambios se ponen con la izquierda. Resumiendo sería algo así como un despelote :)
Al principio es como cuando uno está aprendiendo... va nervioso y no entiende mucho. Después del sexto golpe de tu mano derecha contra la puerta, te das cuenta que la palanca de cambios está del otro lado y le das la orden a la izquierda. Al cabo de una hora vas como pancho por tu casa hasta que por algún motivo tenés que doblar inesperadamente. AHÍ! es cuando te volviste a meter por la derecha y te ganás bocinazos de todos lados. Por suerte... nos turnábamos con Pepe (y una vez también manejó Ana) entonces eramos varios pares de ojos prestando atención. Yo solo hubiera sido catastrófico.