viernes, 11 de julio de 2008

Descubrimiento matemático
Teorema: nosotros + otros = nosotros para todos los nosotros y los otros que sepan sumar(se).
Uno puede tener más o menos capacidades en el mundo laboral. Sin embargo, creo que hay cosas más importantes que que ser muy bueno en tu trabajo: creo que lo fundamental son las relaciones humanas.
Una conversación compartiendo un asado, una tapa de jamón o una pizza dice de uno mucho más que lo que se puede mostrar con PowerPoint.
Para que quede claro a lo que me refiero, voy a poner un ejemplo práctico:
Un día, un grupo Z en un centro de investigación tiene una reunión con el grupo A de la empresa numero uno del mundo en fabricación de microprosecadores. La estructura era clara: los pobres estudiantes (de Z) presentaban su trabajo ante los consagrados investigadores (de A), y luego los consagrados (de A) maravillaban con sus relevantísimos trabajos a los apichonados (de Z).
La realidad, claro está, es que esta sistemática no se trata más que de un protocolo porque está más que probado (y todos, en el fondo, en esa reunión lo sabían) que genios hay pocos y el resto tenemos que conformarnos con el rótulo de mortales cualunques.
La mayoría de los alumnos dió una presentación relacionada con el tema con el que los consagrados estaban más familiarizados. Hubo uno, no obstante, que se descolgó con cosas un poco raras que no parecían para nada interesantes. No fue porque quiso ser original, sino porque no tenía nada mejor que contar. Llamémoslo Cualunque. Si los consagrados hubieran tenido que elegir la mejor presentación o el tema más interesante, en la lista Cualunque habría quedado último.
En la noche de aquel día, el centro de investigación pagó una cena en un restaurante caro para quedar bien con los consagrados (cuando se está en desventaja, siempre los Z quieren impresionar a los A). Cuando la comida estaba sobre la mesa, el vino servido y las servilletas de cada uno sobre los regazos ocurrió el milagro: todos pasaron a ser parte del grupo C.
Nadie perdió sus atributos personales, cada uno siguió siendo un estudiante o un consagrado, pero la taxonomía no es más que algo que nos inventamos para dividir a lo que queremos entender. Separamos a los seres vivos en animales y plantas y después se trata de poner parches cuando la rueda se pincha.

- Ah... ¿no sólamente hay carnívoros y herbívoros sino que también tenemos a los que comen de todo? No importa... poneles "todívoro".
- Jefe... "todívoro" queda feo.
- Bueno, ponele algo que suene más latín... más Darwin... ponele "omnívoro".
- OK, ya ta.

Volviendo al tema, aquella noche le hicieron honor a la naturaleza transformándose en un ecosistema que, resumiendo, es donde los Zs conviven con As. Y así se pasaron la noche charlando, contándose cosas y comparándose unos a otros con baremos que fueron en todo momento justos. No tu título universitario sino la cantidad de acentos que tiene tu lengua materna; no tu sueldo anual limpio de impuestos sino qué tipos de restaurantes se pueden encontrar en el lugar donde vivís.
Al otro día fue la segunda vuelta de reuniones de Zs contra As. Paro ya nunca nada volvió a ser igual. Ya habían interactuado de verdad, y eso se notó. Cada uno hizo un esfuerzo para volver a ubicarse en su lugar. Cualunque (aquel de la presentación desafortunada) no pudo. No pudo, en realidad, dejar de mirarlos a todos como parte de su ecosistema. Opinó, se equivocó y se contradijo como lo hubiera hecho el día anterior, pero esta vez ya sin miedo porque sabía la humanidad de sus cotertulianos.
Al finalizar la reunión, compartiendo un jamón de calidad media (suficientemente buena para dejar contentos a As pero no tanto como para tirarles margaritas a los Zs), Cualunque tuvo una conversación seria y profesional con un miembro de A. La charla se extendió en las siguientes semanas cuando Cualunque sacó el tema por email y se ofreció a trabajar en cierta idea que le parecía interesante. El miembro de Z le respondió solicitándole un currículum y, más tarde y tras una entrevista telefónica, invitándolo a trabajar con él a California por tres meses.
Me da la sensación de que Cualunque nunca hubiera recibido tal oferta de ser únicamente por su presentación. Cualquier otro de los estudiantes parecía (e incluso creo que así lo era) más apto y adecuado para el puesto. Quiero pensar que aquella noche donde se habló de igual a igual sirvió para dejar una buena impresión, que siempre es el mejor de los posibles puntos de partida. Lamentablemente eso nunca lo sabré.

Abrazos!

Ah!!! me olvidaba: desde mañana y hasta fines de Octubre voy a escribir desde EEUU porque me voy a pasar un tiempito haciendo una investigación en una empresa número uno del sector. Laboralmente sospecho que será impresionante pero creo que lo mejor es lo que me llevaré de vivir en otro lugar desconocido. Cuando tenga tiempo les cuento cómo conseguí la oferta, es una historia muy curiosa!

lunes, 7 de julio de 2008

DEA
En las películas de Hollywood es la división antidrogas de la policía, pero en mi caso significa Diploma de Estudios Avanzados.
Después de poco menos de dos años de este lado del charco, esta mañana presenté mi proyecto de tesis (donde uno explica qué hará para conseguir su doctorado desde ahora hasta terminar). Afortunadamente después de veinte minutos exponiendo y un poco más de diez respondiendo preguntas, lo aprobé.
¿En qué se traduce esto? Básicamente es un título que te dan a mitad de camino de tu doctorado. Sirve para que el tiempo que llevo estudiando y trabajando en Barcelona se capitalice en un Diploma de Estudios Avanzados en Arquitectura y Tecnología de Computadores. Ni siquiera yo, flamante poseedor, sé muy bien lo que significa este nombre tan largo. Si tuviera que explicarlo diría que es el título que le dan a uno cuando estudia y trabaja apoyado por la familia y un montón de seres queridos de acá y de allá que te dicen que confían en vos y que le metas para adelante.
Gracias, locos. De verdad.