domingo, 19 de junio de 2011

Harry Potter, ¿la viste o la leíste?

Cuando algún australiano me pregunta si leí Harry Potter, yo le respondo:
-No, pero la escuché.
Entonces puedo leer en su cara de pena la frase "Pobrecito, todavía no se acostumbra a hablar inglés", y se apura a corregir:
-La viste habrás querido decir. Viste la película, ¿no?.
-La escuché. ¿En qué hablo yo, en chino?
Cinco minutos más tarde, tocándome por momentos las orejas con las manos, lo tengo convencido de que cuando digo escuchar, quiero decir escuchar. Entonces el conocido de turno entiende que me refiero a un audiolibro y me mira como se mira a un traidor, sin entender cómo alguien que se considera un lector puede haber caído tan bajo. Algunos agregan con la mirada: "y además, Hary Potter".
Yo antes también era un purista. Ahora escucho a Harry Potter todas las mañanas.
Me encanta el paralelismo. Quizás sea una secuela de los tres años en Barcelona, aunque yo creo que viene de antes. Descubrir que puedo hacer algo durante la media hora que paso cada día solo frente al volante, lo reconozco, me tranquiliza.
Básicamente un audiolibro es una grabación muy larga en la cual alguien con mucha pasión o algo de guita de por medio, lee en voz alta un libro de cabo a rabo. Es la versión adulta de tu mamá leyendote un cuento antes de ir a dormir. Hay, como diría un filósofo contemporáneo que Gere, Mariam y esa banda recordarán, "de las buenas, y de las otras": algunas mamás modernas leen así...

...y otras, así...

La cosa, por supuesto, tiene sus desventajas. Por ejemplo, no nos ayuda a aprender gramática ni ortografía. Para mí, lo peor de un audiolibro es que rebobinando para releer una página podés terminar abajo de un camión. Por eso escucho Harry Potter y no a Dickens (por eso y porque soy de best-seller fácil).
Como ven, no es perfecto, pero es una buena forma de aprovechar el tiempo, ese recurso tan limitado del que todos queremos, casi nadie tiene y cuando nos hacemos con un poco de él, se nos escurre entre los dedos. Sin ir más lejos, en un ratito, giraré la llave para arrancar a Paco (nuestro auto bicolor) y una mujer con fuerte acento madrileño retomará, exactamente desde donde dejó esta mañana, la lectura de Harry Potter V. Ya lo estoy por terminar, así que ya tengo a bordo el CD con el próximo: "El informe pelícano" de John Grisham. Será el octavo.
-¿Cuánto te dura un audiolibro? -me preguntó el oficial Debarnot una tarde calurosa en el mítico Panxot.
En ese momento no supe contestarle, pero a este post vine preparado: "La sombra del viento", por ejemplo, dura 19 horas. A media hora por día los días de semana, son casi dos meses. En promedio, seis libro por año. No me digan que no es mejor que las noticias, que son todos los días lo mismo, o el unplugged de Ricky Martin (que, aunque es un discazo, termina cansando).
Pruébenlo, amiguitos. Háganme caso, que no se van a arrepentir. Materiales necesarios: un reproductor de CD o MP3 (agregar cassete adaptador para autos con pasacasé), una conexión a internet y un parche en el ojo. Paso uno: elijan un título. Paso dos: escúchenlo en los momentos en que normalmente pondrían la radio o música. Paso tres: me cuentan qué tal.
Eso sí, un consejo importantísimo a la hora de elejir qué escuchar: nunca, bajo ninguna circunstancia, se bajen uno que no especifique claramente "Voz humana". Podrían terminar con diecinueve horas de algo así:


¡Un abrazo!

martes, 7 de junio de 2011

Todo un acontecimiento

Javier Giménez Sasieta es un escritor vasco que decidió autopublicar su primera obra apostando fuerte al formato eBook. "El acontecimiento" es un interesantísimo techno-thriller que gira en torno a un descubrimiento científico capaz de "remover los cimientos de la sociedad tal y como la conocemos". El día que leí el primer capítulo, disponible en la página web de la novela, pensé que me encantaría charlar sobre su experiencia como escritor "primerizo". Suerte que estamos en el siglo veintiuno y no me tuve que tomar un avión a Bilbao para conversar con él.


CRISTIAN: Considero que haber terminado de escribir un libro es un logro muy importante para cualquier persona, porque uno ve la forma final de un manuscrito en el que ha estado trabajando por muchísimo tiempo (en mi caso, un año y medio). Pero resulta que poner ese punto final no es más que el comienzo. La pregunta que iba cobrando importancia a medida que editaba y pulía los últimos detalles de la novela era ¿y qué hago yo con esto ahora?. Mi primera reacción fue enviar el manuscrito entero a direcciones de correo tipo info@unagraneditorial.com. Luego, leyendo y preguntando, me enteré así no iba la cosa.

Parece que lo primero que hay que hacer es conseguir un agente. Para eso hay que mandar correos a agencias literarias comentándoles sobre el libro que uno ha escrito y preguntándoles si les interesaría leer unos capítulos de ejemplo. Si te dicen que sí, puede que tras leer lo que les envíes te soliciten el manuscrito completo. Si les gusta, aceptarán representarte, lo que significa que serán ellos los que intentarán vender el libro a las editoriales, a cambio de una comisión.

A mí todo esto me parecía demasiado complicado. En primer lugar porque vivo en Australia y quería publicar en Argentina o en España, pero sobre todo porque no conozco a nadie en el ambiente. Pero bueno, así y todo envié mails a varias editoriales y agencias, recibiendo en cada caso respuestas negativas, si es que había respuesta. ¿Tu comienzo fue parecido?


JAVIER: Bastante parecido. Al igual que tú, mandé decenas de E-Mails a editoriales y a agentes. Y del mismo modo, recibí negativas o silencios. Sin embargo, sí que obtuve propuestas de editar bajo la fórmulas de copago. Básicamente, eso es que el escritor corre con una parte o la totalidad de los gastos de edición. A cambio, la editorial lo corrige, lo maqueta y lo imprime.. Se supone que también lo distribuye y lo publicita, aunque la verdad es que todo el mundo dice que este tipo de editoriales suele pasar bastante de los libros. Una vez cobra, se desentiende. El mundo editorial es una jungla en la que publicar no es solo una cuestión de calidad, sino de perseverancia y de suerte. De mucha suerte. Los libros que acaban en las estanterías de las librerías son apenas el 1% de lo que se escribe. El 99% restante está llamando a las puertas de las editoriales... o apostando por la alternativa.

De modo que andaba yo deprimido porque nadie quería editar mi novela, o me querían cobrar por ello, cuando se presentó ante mí la alternativa perfecta: Amazon. Ellos ofrecen la posibilidad de editar cualquier libro en formato E-book a coste cero, y con una audiencia potencial enorme. El juicio lo determina el mercado. Si un libro vale, acabará vendiéndose. Si no, la gente no lo comprará. El método democrático. Probé, y la verdad es que el resultado está siendo fantástico.

Como autor novel, al escribir siempre tengo presente una premisa: que la novela sea interesante. Que tenga ritmo, agilidad, que sea trepidante. Si tenía que sacrificar profundidad o descripciones de escenarios, lo hacía... siempre procurando, por supuesto, mantener un equilibrio. Nadie tiene la clave del éxito de una novela, pero desde luego, yo tengo bastante claro que la regla de oro es no aburrir. Por supuesto, depende mucho de la temática y del género, y siempre hay subtramas u objetivos secundarios, pero nunca hay que confundir lo principal con lo accesorio.

En tu caso, ¿qué querías transmitir con tu novela?


CRISTIAN: El objetivo número uno era exactamente igual al tuyo: entretener al lector. Cuando alguien me cuenta que la leyó en dos o tres días me emociono y ya no necesito que me diga nada más. También me interesaba retratar la vida en la Patagonia, de la cual la gente que no es de ahí sabe muy poco. En definitiva, intenté brindar una buena historia que te invite a seguir leyendo, que no te aburra. Para mí, ésa es la esencia del thriller, y es ése el tipo de libro que a mí me gusta leer.

Avancemos en cámara rápida hasta el momento de darle por primera vez tu trabajo a alguien para que lo lea. En mi caso fue mi novia y tuve la gran suerte de que resultó ser implacable y me devolvió el primer borrador todo rayado con frases como "¿esto es necesario?", o "cliché", o cosas así. Luego le tocó el turno a la familia y varios amigos (algunos de ellos con profesiones relacionadas a la literatura) que también me hicieron devoluciones muy útiles, llenas de sugerencias, destacando errores y comentando las partes que no les gustaban.

Y este es un punto delicado con las autopublicaciones, ya sean en papel o electrónicas: el manuscrito no está obligado a pasar por el filtro de los "lectores profesionales". Incluso Amanda Hocking, la autora que se hizo famosa por vender millones de libros autoeditados para Kindle, está de acuerdo con que algunas de sus novelas no estaban lo suficientemente corregidas a la hora de publicarse. Lo ideal sería contratar a un corrector antes de autopublicar, pero ¿quién puede permitirse algo así?

¿Cuál fue el camino que siguió "El Acontecimiento" desde que decidiste que ya era hora de compartirlo con alguien hasta el momento de publicarlo en Amazon?


JAVIER: En mi caso he ido compartiendo el libro poco a poco con mis hermanos, que también son escritores noveles (aunque uno ha publicado ya un par de novelas, y otro varias antologías de cuentos). De modo que les iba pasando de cien en cien páginas, y ellos me daban su opinión sobre aspectos de la trama (solemos comentar poco el estilo): si la historia decaía, si los personajes flojeaban o si había situaciones poco entendibles.

Como en realidad los tres hermanos hemos empezado a escribir más o menos a la vez, lo cierto es que ellos también me iban pasando por trozos sus novelas y cuentos para que les echara un vistazo. Así que era una especie de "totum revolutum". Había veces que nos juntábamos un fin de semana con un montón de comentarios que realizar sobre varias historias distintas, y los debates y discusiones se alargaban bastante. Luego, evidentemente, cada uno hacía lo que creía conveniente con su historia, pero al menos teníamos una alerta temprana sobre posibles problemas de la trama. La verdad es que ha sido un proceso muy divertido, y creo que con este sistema hemos conseguido crecer como escritores de un modo rápido. Aunque evidentemente (al menos en mi caso, yo soy el más joven), aún me queda mucho por aprender. Pero sobre todo, el hecho de comentar lo que vas escribiendo, ponerlo en común, criticarlo... en definitiva, debatir -e influir- sobre novelas en desarrollo ha resultado ser muy muy entretenido.

¿Me puedes hablar algo de la acogida que está teniendo tu novela? (dónde se vende, si has hecho presentaciones, qué planes tienes para su venta, que tal le está yendo, cómo la promocionas... y qué tal ha sido, en general, la experiencia)


CRISTIAN: La acogida en Puerto Deseado, que es el pueblo donde se desarrolla la historia, fue excepcional. Lo más increíble que me ha pasado hasta ahora es que una escuela de mi pueblo eligió el libro para que lo lean sus alumnos. Eso estaba completamente fuera de mis expectativas.

La primera edición de 500 ejemplares que imprimí (de mi bolsillo) está casi agotada y se vendió, mayormente, en Puerto Deseado, que es donde se desarrolla la historia. El problema de esta vía tradicional de autopublicación es la distribución (sobre todo viviendo en Australia). Con la segunda edición intentaré abusar de la confianza de amigos que viven en varios puntos de Argentina para que me ayuden a colocar el libro en sus ciudades.

Además de la venta tradicional, hice una página web para poner la novela disponible a través de otros tres canales. El primero es la venta por internet dentro de Argentina: el comprador tiene que rellenar un formulario y depositar en mi cuenta bancaria el importe del libro. Además de que esto es engorroso, el problema es que los envíos en Argentina son más caros que el libro en sí. ¿Sabés cuántos libros vendí de esta manera? CERO. Y aquí creo que hay una lección para aprender: no alcanza con que el libro tenga buenos comentarios en facebook si no está disponible de manera fácil y barata.

Otra forma de venta es la impresión bajo demanda (yo me decidí por una empresa llamada lulu). Es un poco más cara que la impresión tradicional, porque los libros se van imprimiendo de a uno, a medida que la gente los compra. Sin embargo, es una forma de ponerlo a disposición de aquellos que lo quieren tener pero están lejos, allá donde tu cadena de distribución "a pulmón" no llega. Las ventas a través de este canal son simbólicas por ahora, pero el día que recibí la foto de un lector de México con el libro en sus manos, me convencí de que había valido la pena.

La otra forma de distribución, que parece que es el futuro, es el ebook. Por ahora las ventas son constantes pero bajas (si vendo tres en una semana, es una buena semana). Ojalá estos números aumenten conforme aumenta la cantidad de hispanohablantes que tiene lectores de libros electrónicos.

Para promocionar el libro creo que han sido fundamentales la página web y las redes sociales (que deben ser usadas con mesura para no molestar a los amigos). Aunque, si hablamos de eso, creo que vos con "El acontecimiento" tenés muchísima más experiencia en vender en el mercado digital. La página web de tu libro es genial, y hasta tiene un trailer en video. Por ahora sólo se vende en digital, si entendí bien. ¿Cómo te está yendo? ¿Cuál ha sido la manera más efectiva de promocionar el libro? ¿Habrá "El acontecimiento" en papel?


JAVIER: Hace un rato he visto en Amazon que he vendido la copia 500 de la versión en E-Book de la novela. Lleva a la venta tres meses, de modo que el balance es muy positivo. La verdad es que cuando lo puse a la venta, no esperaba que tuviera tan buena acogida, especialmente si tenemos en cuenta que mis lectores son gente desconocida y con quienes no tengo ninguna relación.

En cuanto a la promoción, es el gran caballo de batalla de los autores independientes. Requiere de trabajo y de constancia, algo que no siempre está a nuestro alcance, ya que como cualquier otra persona, tenemos nuestro trabajo, nuestros compromisos, nuestro ocio... y además nuestra escritura. Compaginar todo esto con labores de promoción es bastante difícil, sobre todo porque no hay un sistema claro de promoción que podamos seguir. No hay referencias, ni experiencias previas. Nadie sabe qué es lo que funciona en el marketing y publicidad de E-books. De modo que todo se reduce al viejo método: Prueba y error. De momento, no he identificado ningún "one thing", que dirían los Americanos, que impulse claramente las ventas. Es una mezcla de todo: web, portada, sinopsis, blog, críticas, Facebook, amigos, ventas previas... ¡vender siempre es lo más difícil!

"El Acontecimiento" ya está disponible en papel para cualquiera que quiera comprarlo en cualquier parte del mundo. A través de Amazon, se puede adquirir la novela y recibirla en casa en un plazo aproximado de dos semanas, a un coste razonable (En torno a 15 Euros/20 Dólares). Además, tengo varias editoriales interesadas en editarlo en España, de modo que en Octubre "El Acontecimiento" estará en las librerías españolas.