Jardines del Laberinto de Horta
Quiero comenzar con frase nunca dicha en radio y televisión "lo prometido es deuda", así que acá va el relato de los Jardines del Laberinto de Horta.
La verdad que es un lugar espectacular para ir con tu novia, tu esposa o simplemente una chica con la que quieras pasar un momento romántico pero dado que al buscar "perdedor" en el diccionario aparece mi foto (ultimamente también en las versiones en inglés, con el término "loser"), fui con Sergio y con Ferad, o sea mis compañeros de piso, o sea otros dos perdedores.
Es un parque gigantesco con un montonaaaazo de plantas, arroyitos artificiales, cisnes, patos, fuentes y todos los componentes necesarios para filmar una película.
De cualquier modo, la gente de "El perfume", no eligió este parque por ninguno de estos elementos sino por lo más significativo que podemos encontrar ahí, presente hasta en el nombre: el laberinto.
Si usamos la imaginación y combinamos los conceptos mencionados, no es difícil adivinar que se trata de un laberinto hecho de árboles (tamariscos para ser más precisos). No es gigante, pero créanme que tiene el suficiente tamaño para que uno se pierda (bueno... al menos para que YO me pierda). Desde google maps puede verse. Acá el link: http://maps.google.com/?ie=UTF8&z=18&ll=41.440177,2.145842&spn=0.001794,0.003616&t=k&om=1+
Una cosa increíble cuya teoría me habían comentado pero no había tenido oportunidad de experimentarlo: cuando entrás a un laberinto, si siempre vas tocando la pared, salís seguro. El truco consiste en tocar siempre la misma pared (no es aplicable si ya estás perdido adentro). La verdad que con un papel y un lápiz es muy pero muy fácil darse cuenta que es verdad, pero es hermoso comprobarlo!!!. Jajaja, no sé... es que nunca había estado adentro de uno y la verdad que es hermoso... te sentís un chico. De hecho una cosa re curiosa que pasó fue que iba caminando y cantaba (solo) "Tocando la pared, del laberinto saldré.... tocando la pared, del laberinto saldré" y había un montón de chicos adentro jugando. Resulta que cuando salí, ibamos por la calle y un nenito me vió (facil de reconocerme por mi peinado de días domingo) y EMPEZO A CANTAR!!!. Como la canción la había inventado yo, no había dudas que me había escuchado!. Cuando me dí vuelta a mirarlo se rió como diciendo "viste... me la aprendí!".