Bueno... después de crujirme los dedos me dispongo a volver a escribir el blog, cosa que tengo abandonada hace un tiempito (soy consciente) pero que me parece positiva porque hay muchas cosas para contar.
Para arrancar debería comentar la mega archi fiesta que hicimos para mi cumple. En un momento pensé que la municipalidad o alguno de estos nos tiraría la bronca por hacer eventos de tamaño calibre sin pedir autorización (bueeenaaa, ¿no será mucho, almirante?).


En el momento cumbre aparece una figura desconocida por la puerta y todo el mundo pensaba que era amigo mío hasta que yo digo "¿y éste quién es?". Resulta que era "El moncho", de Santa Fé que había escuchado música y se mandó. Se quedó piola sentadito en una silla al lado de la puerta así que le llevamos una copa para que su felicidad sea plena. Lo más chistoso es que Gerardo, que estaba mamadísimo, hacía mucho ruido y gritaba pavadas y éste Moncho le hacía gestos para que se callara, como diciendo "más respeto que está cantando el oso". IM-PER-DI-BLE.
Después lo de siempre... al boliche, el famoso "amo esto" (un día voy a contar la historia del "amo esto" pero por ahora basta con saber que se trata de tirar cerveza en la cabeza propia o ajena y que se considera de muy mala educación repudiarlo).
Tipo 6 de la mañana y con el poco resto que le queda a cada uno fuimos a mi casa a buscar la llave del salón donde habíamos hecho la fiesta y las empanadas y algunas botellas que habían sobrado. Me dí cuenta que cuando se cruzan mi brazo al darle un fernet a mi hermana y el de Sebacar haciendo un gesto medio brusco al contar una historia de esas de él, el saldo es nuestro querido amigo Pecho BAÑADO en esta oscura y amarga bebida (a propósito... ¿el fernet sale o no sale cuando lavás al ropa?). Reacción de pecho: "Ah, si... seguro que voy a ser el único que va a estar manchado" y tira un vaso (sólo contenido, sin vidrio) de fernet contra el techo provocando una lluvia impresionante a la cual Mariano responde con una rápida movida para aprovechar este nuevo potencial amo esto (sé que eso último lo expliqué difícil, pero los que estuvimos ahí sabemos de lo que se trata). Una vez limpiado el techo (con mis propias manitos y un trapo encontrado por ahí) decidimos que la noche no daba para más y taza taza cada uno a su casa.
AAAAAAAAAHHH!!! Me acordé de otra cosa: en un momento Seba se estaba peleando con Mariano y después de una discusión le tiró la media empanada que le quedaba en la mano con tanta puntería que se la puso en el medio de la cara. Sonó "PLAF" y cayó al suelo SIN DESARMARSE (qué buenas son las empanadas de "Como en K-sa", tanto en sabor como en resistencia) y cuando todo el mundo pensó que eso era el punto final, el lanzador se levanta de su silla, la recoge y SE LA SIGUE COMIENDO. Un asco.
Bueno, hasta aquí la crónica de una noche agitada, muy agitada. Las fotos hablan por sí solas, creo :)