
lunes, 26 de noviembre de 2007

sábado, 13 de octubre de 2007
lunes, 20 de agosto de 2007
A ver… repasemos esta aventura de pies a cabeza (si algo está en negrita es porque tiene foto acompañando):
Este viaje consta de dos partes casi tan distantes que parece que hubiese ido a dos lugares diferentes. La parte uno es la que todo el mundo espera, detallada a continuación.
Tomo el vuelo tempranito la mañana del domingo. Barcelona-Frankfurt-Portland. Salgo a las 9 de la mañana, viajo 13 horas y llego a las 12 del mediodía a USA Es lógico, mi papá me lo enseñó con alguna fruta ya hace muuuucho tiempo pero no deja de sorprenderme.
Llego al Hilton de Porland, hago el famoso check-in y tomo un ascensor que en 23 segundos (cronometrado) me lleva desde la planta baja a mi habitación en el piso 22. La cama de cuatro plazas y medial, adentro del placard había hasta una plancha y mil mariconadas del estilo. Es más, creo que nunca poseí tantos productos para la higiene personal como esta vez: en el baño había enjuague bucal (no), shampoo (si), acondicionador (no), gel de baño (no), jabón (bueno, si), gorro de baño (por favor, mariconadas no) y vaso para lavarse los dientes (claro que no!, un verdadero macho hace huequito con la mano y caza al vuelo lo que puede del chorro).
A la nochecita era la recepción a la conferencia. Te daban la documentación, el programa de actividades, comida y sorteaban un IPod. ¿A que no saben quién se ganó el IPod? Otro, no yo. Obvio.
Bueno, tras un rato de charlas nerds con la gente por ahí decidí irme a dormir porque esto del jet lag, los planetas girando y la diferencia horaria hace que a las 9 de la noche te sientas como si hubieses trasnochado (lógico, porque es lo que técnicamente hiciste).
Sobre la conferencia no voy a hablar mucho, en primer lugar para no aburrir y en segundo lugar para no aburrirme. Realmente no estuvo demasiado interesante porque no tenía demasiado que ver con mi tema. Explico: yo fui a presentar un artículo en un workshop, que es una sesión de artículos sobre un determinado tema que como generalmente dura un día, se organiza en conjunto con alguna conferencia supuestamente del estilo del workshop. Esta vez no fue el caso, parece J
Ya el jueves (que los cumpla feliz mi hermanucha) me empecé a poner más nervioso porque era el día de mi presentación. Recordemos, la primera vez que presento algo en otro idioma que no sea el mío, en un país que no es el mío, conociendo a una sola persona en una audiencia de 50 tipos entre los cuales estaban todos los autores de los libros y artículos más importantes del tema. Tomo aire, luz, cámara, acción y arranco “Hello everybody, I’m Cristian Perfumo… bla bla bla”.
Podría haber sido peor. Incluso después de la charla, un par al cruzarme en algún break me dijeron “Nice talk”, así que creo que para un debut en primera no estuvo mal.
Relaciones humanas durante la conferencia: varios estadounidenses, iraníes y un canadiense que estudian en USA, un vasco que trabaja en Manchester, una alemana en Londres, y así una lista infinita de gente que trabaja/estudia en lugares que no son originalmente su casa. Muy interesantes todos, muy lindo haber conocido a cada uno.
El jueves, cuando el workshop terminó fuimos a comer con la gente que había asistido y después a tomar una birra. Resulta que en un momento me pongo a analizar la situación y me dos cuenta que estoy sentado al lado del profesor que hace 15 años atrás creó todo el tema en el que estoy investigando Sé que es un comentario geek, pero es como para un pibe que juega al fútbol en la canchita de la escuela 5 tomarse una birra con Maradona una noche. ¿Se entiende? (Nota de la redacción: quizás el comentario anterior haya sido un poco exagerado para darle más color al relato y no sea tan divertido birrear con esta gente como con tus amigos de la canchita de la escuela 5).
Para explicar cómo sigue toda la historia (es decir, la segunda parte) me tengo que remontar varios meses atrás cuando todavía Paula (Casero, no Barreiro) estaba acá. Un día me presentó a una amiga de Perú y a su novio de Seattle (muy cerca de Portland). Para esa época yo recién estaba empezando a trabajar en el artículo que presenté y le dije al muchacho “existe una remota posibilidad de que vaya por tus pagos” a lo cual respondió, sin pensar un segundo, lo que todos ante algo que uno cree que nunca se hará realidad: “uhh! Buenísimo, avisame y me venís a visitar, etc, etc, etc”.
Cuando me enteré que el paper estaba aceptado, mi jefe me dijo “hay que hacer la visa, sacar el pasaje, reservar hotel, etc., lo más rápido posible”. Entonces le mando un mail a este chico (llamado Chris) diciéndole que iba para allá nomás. Al otro día tuve que hacer la reserva del hotel y le digo a la chica encargada de eso “los últimos dos días no reserves el hotel porque me voy a lo de un amigo”. Dos errores grandes: uno decir que te vas cuando no lo sabés, y dos el rótulo que le puse a este buen muchacho tras haberlo visto una vez en mi vida.
En fin, semanas más tarde me entero que el increíble está en Lima, Perú, con su novia y me doy cuenta que ya no me queda a tres horas como Seattle. Pienso alternativas y me rehúso a pagar de mi bolsillo el monto (tres cifras) que vale una noche en el Hilton.
Una vez en Portland, decido ir en búsqueda de una opción que se ajuste mejor a mi perfil (de rata humana, básicamente). No encontré pensiones de mala muerte compartiendo habitación por 20 dólares la noche, no encontré hoteles de mala muerte con habitaciones individuales por 50 dólares la noche, no nada de mala muerte que no estuviese lleno.
Comienza la fase de desesperación donde uno ya no se toma las cosas con clama porque hace el cálculo de cuánta guita se te va a ir en las dos siguientes noches en una habitación en el Hilton cuando estarías igual a gusto durmiendo en el sofá del Lobby.
Lobby, sofá,… CHAN! Ahí es cuando se me prende la lamparita y me acuerdo que alguien me había hablado de CouchSurfing (Surfeando en sofás), un sitio de Internet donde básicamente uno se suscribe ofreciendo su sofá para la gente que pueda estar de paso por tu ciudad y solicita ayuda cuando está de viaje. Me doy de alta rápidamente y busco, Portland, Oregon. Resultado: más de 100 personas y digo “una me tiene que dar una mano, alguien con corazón quedará en este planeta!” Entonces le escribo a varios. Digamos unos 20. Algunos no respondieron, otros dijeron que no y dos me dijeron que sí. Obviamente mi estado de urgencia hace que para cuando el segundo positivo había llegado yo ya tenía hasta una reunión concertada con el primero.
Nos encontramos con Devidas por primera vez el martes en el lobby y fuimos a un Starbucks (como un McDonalds pero de café). Originalmente de la India, 36 años, divorciado, Devidas parecía un pible piola que casualmente trabaja en informática así que tuvimos bastante tema de conversación para romper el hielo.
Me dijo que era socio de esta web hacía varios meses y que había alojado ya a varias personas. Ah! Para que no crean que soy un inconsciente que se mete en la casa de cualquier potencial asesino serial, la web tiene una sección de comentarios donde el huésped y el anfitrión comentan cada uno por su lado sobre la experiencia. Este chico tenía excelentes comentarios (Ahora sí no es peligroso diría Sebacar).
Me contó que hace 15 años vive en Portland, un poco sobre su laburo, su vida, en fin, la primera impresión, un tipo OK, piola, buena onda. Quedamos para el día siguiente a la misma hora y nos llevó a mí y a Bob (Canadá) a un bar donde hacen su propia cerveza y unas pizzas espectaculares a pesar de que el no bebe alcohol y es vegetariano, algo que le viene de familia.
En fin, el viernes a las 10 de la mañana estaba subido a su auto yendo para su casa que, para ponerle un poco más de terror al asunto, quedaba en las afueras de la ciudad, cruzando todo el bosque (literalmente, un bosque).
Cuando llegamos a su casa, al ver a una mujer con una vestimenta poco occidental y un tercer ojo rojo pegado en la frente me acordé que me había dicho que sus padres estaban de visita durante un par de meses. Gente increíblemente amable, conversadora (caso todo el mundo en la India habla inglés), de diez.
Me recibieron con un almuerzo típico y me dijeron que no le habían puesto tanto picante como de costumbre por mí. Otra vez cometo el error de hablar sin saber y digo: “por mí no se preocupen”. Gravísimo y craso error porque la versión light era lo más pulenta que pude haber probado en esta y otras vidas. Nada que un vaso de agua por bocado no solucione.
Aprendí muchas cosas con esta gente, como por ejemplo cómo comer sin cubiertos sin hacer un verdadero enchastre, o los diferentes tipos de té para los diferentes momentos del día y otras cosas más que interesantes para un pibe de barrio como yo.
La casa era enorme con pocos muebles, rastro evidente quizás de un divorcio. La mayoría de las habitaciones estaban completamente vacías y la que me tocó a mí no hubiera sido la excepción si no fuera por el colchón inflable en el cual dormiría.
Dejo mis cosas y vuelvo con Devidas a la ciudad porque él tenía que laburar un poco más. Camino, pase y me pregunto qué carajo hago acá y así, pero sonrío porque me gusta.
Me compré cuatro libros en una librería gigante de nuevos y usados. Los dos más interesantes son uno de trucos de magia y uno que se llama “in Patagonia” que habla del viaje de un estadounidense a nuestra tierra hace treinta años. Lo compré porque al abrirlo veo la palabra “Cholila” rodeada de todo el resto en inglés y digo “cómo no”.
Ya de vuelta con Davidas tipo 5 de la tarde me propone ir a unas cascadas que había afuera de la ciudad y acepto. De nuevo, en el medio del bosque con un perfecto desconocido y pienso “soy un quemado, y me gusta ser así”. Los lugares a los que me llevó IM-PRE.SIO-NAN-TES, unas cascaditas perdidas en el medio del bosque con casi nadie alrededor. Realmente impagable, aunque otro miedito aparece cuando pienso “ahora este me empuja del precipicio y acá me encuentran para navidad”. Tengo que decir que cada vez me iba relajando más porque el tipo era completamente normal y no tenía absolutamente nada que me hiciera sospechar, es simplemente la idea.
Volvimos, comimos y a dormir. Dormí bien aunque debo confesar que puse la mochila contra la puerta para escucharla caer si alguien intentaba abrirla durante la noche. Realmente paranoico, lo sé, pero en ese momento se me ocurrió que era brillante.
Al otro día (sábado) fuimos a un vivero a “intercambiar unas plantas” con Devidas y los padres. Creo que en mi relato me olvidé de decir que el tipo tiene un patio trasero increíble, con una cascadita artificial y que es fanático de la jardinería. Para darle un tono más increíble a todo basta considerar que a su patio van CIERVOS. O sea, la parte de atrás está abierta y los ciervos andan por ahí, entonces vos estás comiendo o lavando los platos y mirás por la ventana y aparece Bambi con la madre. En ese momento yo digo “en qué planeta estoy?”.
A la tarde fuimos a la costa (unas dos horas en auto) y el tiempo no acompañó demasiado pero igual le hicimos el aguante a una caminata por la playa con él y los viejos para amortizar el tiempo viajado. A la vuelta unos tallarines y al sobre.
Hoy (ah!, no les conté que esto lo estoy escribiendo en el avión y es por eso que se me hizo tan largo) me levanté y después de un desayuno hindú, me llevó al aeropuerto y me regaló un pañuelo que había traído de la India para colgar en la pared. Los padres me dijeron que si alguna vez “paso” por Bombay los vaya a visitar.
En fin, este genio de Devidas realmente se pasó con su amabilidad y se lo quiero agradecer públicamente aunque probablemente no entienda el idioma en el caso de que llegara a leer esto algún día. O sea, para él yo era también un perfecto desconocido y el tipo me abre las puertas de su casa, me pone un plato de comida y me lleva de allá para acá a conocer los mejores lugares de la zona (que por cierto, me hubiera perdido de no ser por esta aventura). Realmente más mérito el de él que el mío porque yo estaba un poco jugado (bueno, en realidad no pero me negaba completamente a gastar una fortuna en una habitación lujosa) pero él no tenía ninguna necesidad de hacerlo y me dio una mano bárbara.
En fin, aguante la gente solidaria, aguante CouchSurfing y aguante Devidas, mi nuevo amigo en Portland.
De más está decir que le agradecí hasta el hartazgo y que insistí un número de más de 2 cifras de veces que se pegue una “escapada” a Barcelona así le puedo devolver el favor.
En definitiva... una historia un poco larga pero que creo que merece ser contada.
Un abrazo SOLIDARIO a todos.
Yo.
lunes, 23 de julio de 2007
Cuendo llegamos a Roma, dejamos las cosas en el hostal (de mala muerte, como tiene que ser) y encaramos para el coliseo. IM-PRE-SIO-NAN-TE. En el camino habíamos comprado para comer así que sanguchitos en un parque que está enfrente con una vista maravillosa de una de las nuevas siete maravillas (un genio el que se inventó ese curro, debe haber hecho una guita impresionante con la votación por internet). De ahí, foro romano y las diecisietemil cosas que de pueden ver en la ciudad. Como diría una fiósofa contemporánea “a cada paso hay un monumento”. Y es verdad. La piedra más jóven tiene como mil quinientos años.
En la semane estuvimos en el pueblito de L’Aquila (ni los italianos lo conocen) en la escuela de verano con 6 horas de cursos por día. Fue matador. Lo bueno es que conocimos gente de todo el mundo, TODO desde un polo a otro y desde Argentina hasta argentina (dando toda la vuelta).
La escuela culminó con una fiesta increíble el viernes a la noche y el sábado a la mañana estábamos de vuelta en Roma. Otra vez a dejar las cosas al hostal (al mismo, porque no aprendemos) y a pasear. Un calor insoportable. Entre 35 y 40 grados. Lo bueno es que en Roma a cada paso un monumento pero además un bebedero con agua fresquita así que eso evitó que gastáramos fortuna en gaseosas y porquerías similares.
Mi pobre italiano (y no digo nulo porque venía escuchando unos cursos en MP3 desde hace un tiempo) mejoró de una manera abrumante culminando con una extensiva charla con el chofer de la combi que nos llevó al aeropuerto que trató temas básicos pero importantes.
Lo malo de Roma: el calor y que siempre, pero SIEMPRE que pedís la cuenta en un bar o restaurant se equivocan a favor de ellos cobrándote un café de más, o una bebida o los cubiertos cuando la carta dice “cubiertos incluídos”. Voy entendiendo algunas cosas…
Lo bueno de Roma: TODO LO DEMÁS!!! Realmente me encantó de pies a cabeza.
Trato de poner algunas fotos representativas pero no es fácil cuando Ferad sacó MIL!!! Sisi, un uno y tres ceros a la derecha. No es exagerado, es literal.
En fin… hasta aquí mi crónica que corre el riesgo de ser corta pero jamás podrán acusarla de falta de autenticidad porque la estoy escribiendo en el aeropuerto “Leonardo da Vinci” mientras espero el vuelo que me lleve de nuevo a Barcelona.
Abrazo de gol a todos!!!
Cristian (falta poquito más de 5 meses).
viernes, 6 de julio de 2007
Bueno, resulta que compré un pasaje para Argentina del 6 de enero al 8 de febrero de 2008 así que a pasar dos veranos (me tenía que cobrar esa deuda de los ods inviernos seguidos que me comí).
Tipo nada, ¿viste? ESTOY CONTENTOOOOOOO.
Quería decir eso nada más.
Abrazo de gol (de Mascherano)
lunes, 18 de junio de 2007

El finde pasado la iba a ir a visitar a Pauli (Barreiro) a Palamós, lugar donde vive y trabaja a 2 horas de Barcelona. El sábado a la mañana tras hacer un esfuerzo sobrehumano para despertarme armé la mochila y salí rumbo a la estación de buses. En el camino se me ocure llamarla para confirmar, aunque habíamos hablado el día anterior. Cuando me atiende tenía voz de dormida, lo cual me pareció raro porque era un horario en el que supuestamente estaría trabajando. Respuesta: en cama con otitis. Chau viaje, cancelado. Echa pa'trás perro.
Como soy perseverante, este finde fuí (tras comprobar que se encontraba en perfecto estado de salud). El viernes a la noche ya estaba ahí y me quedé hasta el domingo a la tarde.
Palamós es un pueblito chiquitito de la costa brava bastante turístico pues tiene lindas playas, es tranquilo y damás. En esta ocasión estaba un poco más revuelto porque había llegado una feria de estas itinerantes que son cruza de parque de diversiones con kermesse. Por supuesto que no me subí a ninguno de los juegos de esos que ponen en peligro tu vida porque me da mucho miedo :)
Hubieron dos cosas que empezaron excelentemente bien y terminaron mal durante el finde:
UNA: Jorge, el chico que vive con Pau, se compró una moto y con ella van los dos para todos lados. Como no cabíamos los tres en la moto, el sábado a la tarde hizo dos viajes para ir a "La Fosca" (La Oscura), que es una playa que queda cerquita (en moto) de Palamós. Realmente impresionante, súper linda, con el agua tranquila, transparente, arena fina y una roca grande en el medio de la playa que le da un toque exótico. Tras pasar la tarde ahí y comer una hamburguesa en un chiringuito llegó la hora de volver así que Jorge se dispuso a hacer los dos viajes de retorno. Como par de caballeros que somos, decidimos que primero llevaría a Paula así no esperaba sola en la playa. Echo. A partir de ahora comienzan las peripecias: en primer lugar mientras esperaba me acomodé en un rincón excelente, tranquilo para disfrutar de 15 minutos de paz y en ESE momento llega un contingente de una asociación que debería llamarse "Padres Felices" o algo así. Eran todos treintañeros con al menos dos críos por cabeza, todos (grandes y chicos) gritando, saltando, revoleando arena, etc. A los 20 minutos no me los bancaba más así que me fuí para otro lugar (no tan bueno como el original) y me mojé los pies, pensé, y me acordé de Jorge: "qué raro que no viene". En eso se me ocurre mirar el teléfono y tenía una llamada perdida suya. Lo llamo: "Se me rompió la moto, vas a tener que volverte en bus". No problem, digo... en un rato estoy por tu casa. Ya la cara me cambió cuando los lugareños me dijeron que no existía tal bondi, con lo cual debía caminar. Linda la vuelta, che... un poquito cansadora pero linda!!! (Irónico).
DOS: Volviendo a la feria... a la noche estábamos paseando y Paula insistía a Jorge para que le gane algún peluche o algo. Jorge intentaba pero sin suerte. En una de esas pasamos por uno de patear penales. Con una pelota había que voltear dos palos de bowling y te llevabas un premio. Dos euros cincuenta el tiro. Pago, tiro, erro. Seguimos la vuelta y llegamos al final de la feria que estaba organizada en forma de chorizo. Cuando pasamos por lo de los penales de nuevo me insistieron, juro que me insistieron. De nuevo: pago, tomo carrera, miro los palos y la pelota, palos y pelota, palos y pelota mientras avanzo. Le pego con la cara interna de mi derecha gloriosa sin efecto, derecho, casi una bala. Muy fuerte, la verdad que le pegué muy fuerte, tanto que cuando levanté la cabeza para mirar, los palos estaban en el suelo. Levanto mi derecha gloriosa sonrío y pienso "no fue tan difícil". El tipo del puesto asiente con la cabeza como diciendo "Si señor, vale, no hubo offside, es un gol legítimo" y yo emocionado casi hasta las lágrimas. Cuando me dice que elija un premio no lo podía creer y digo "¿puede ser una pelota?". En ese momento me acordé de Pau, de que le habría gustado que su amigo le regale un peluche pero no pude, ni siquiera se me cruzó por la cabeza. El tipo asiente y me la dá.

Al recibirla me siento Diego en el 86, no la besé porque andá a saber quién la habría tocado, pero si hubiese estado pasteurizada le habría dado 2 besos (uno por cada palo). Lo que sigue de esa noche es alegría, jugando con la pelota por la feria, divirtiéndonos y a dormir.
Al día siguiente fuimos a la playa y la llevé. Ya para ese momento estaba firmada por Paula y Jorge, que también habían escrito "Recuerdo de la feria de Palamós". Estábamos jugando con Jorge cuando llegan unos chicos y nos preguntan si hacemos un partidito. Obvio! Digo yo. Así que así fue, partido en la playa, descalzos en la arena y el resultado: ganamos. Pero no ganamos así nomás. Ganamos sufriendo, ganamos 3 a dos. Con una asistencia mía. Casi medio gol mío.
Al terminar el partido al agua a refrescarse y el día se hubiese consagrado como perfecto si no pasaba lo que viene a continuación: esa pelota, ganada con gloria, firmada, utilizada para la victoria en un duro encuentro en la playa. ESA PELOTA, que fue mi compañera durante esas casi 24 horas... ME LA OLVIDÉ EN PALAMÓS.
Todavía lloro, una vez más como Diego, pero esta vez en el 90.
Abrazo de medio gol.
ANEXO A ESTE POST: Paula me acaba de mandar más fotos que creo ponen en evidencia mi habilidad y mi juego involucrado así que también las cuelgo a continuación.
viernes, 8 de junio de 2007
miércoles, 6 de junio de 2007


Respecto a los cantitos, lo que fue increíble es que nos fuimos al descanso perdiendo 1-2 y ahí cantábamos cosas tipo "vamos vamos... etc etc" pero ni bien nos pusimos arriba ya arrancamos con la fanfarroneada de "un minuto de sileeeencio, para Argelia que está muerto" y esas cosas. La argentinidad al palo!
En un momento de emoción lo llamé al Mariam y le hice escuchar los cantitos de la hinchada y esas cosas. ja!
No estábamos tan lejos de los jugadores pero tampoco tan cerca como para ver si el ratón Ayala se depila las piernas o no... un punto intermedio bastante interesante.

En fin, una emoción rara, era como vover a estar en casa pero acá, fue como teletransportarse por un ratito. Lindo, muy lindo.
Abrazo de gol (el segundo de Messi, que fue el maś lindo!!!)
martes, 15 de mayo de 2007
Citando a un filósofo contemporáneo, "dos palabras: IN CREIBLE". No sólo por la cantidad de cosas que ví por ahí sino también por el ambiente en que nos movimos. Paso a explicar:
Sergio, mi compa de piso, se fue a Cambridge a hacer un intercambio por tres meses y ahí vivió con una francesa: Valerie. Valerie tenía una amiga en Cambridge llamada Celine, también francesa. Ambas son de Tolouse pero están temporalmente viviendo en París así que nos metimos de okupas en su piso (donde vivían otros franceses también) y de esa manera nos ahorramos el hotel ;)

Orden cronológico: cuando llegamos se suponía que Valerie nos esperaría donde para el cole que te trae del aeropuerto pero por supuesto que no estaba porque era muy temprano a la mañana. La llamamos y dijo que vendría en media hora y como no nos pudimos aguantar nos fuimos hasta el arco del triunfo que quedaba ahí nomás. Ya unidos a Valerie empezamos a caminar como degenerados, volvimos a pasar por el arco y nos fuimos hasta la torre Eiffel y a pasear por la ciudad.
A la tarde nos fuimos al depto de Valerie y ahí nos encontramos con Celine. Habíamos comprado los típicos quesos y vinos y los compartimos ahí con toda esta gente escuchando música francesa y la verdad que estuvo re bueno porque son gente súper amigable. Por otra parte el piso era un altillo reacondicionado con lo cual le daba un toque más mágico aún!. Ese día nos acostamos temprano porque estábamos bastante cansados.
Al la mañana siguiente: Louvre. La mona lisa la verdad que me desilusionó porque estaba atrás de un vidrio que reflejaba bastante así que no se podía ver bien. La venus de milo bien, gracias, les manda saludos. Contrario a las 6 horas que un visitante promedio pasa en ese lugar nosotros a las 11 de la mañana estábamos saliendo :) y nos fuimos caminando a Montmartre, que es una iglesia que queda en una montaña y desde la cual se ve toda la ciudad.

Luego empezaría la odisea de ir a la tumba de Jim Morrison: nos bajamos en una estación de metro que supuestamente estaba cerca y le preguntamos a una chica cómo ir. Nos contestó que ella iba para ese lado y nos acompañaba y aceptamos gustosos (la respuesta a la pregunta: SI). Ella tenía menos idea que nosotros pero después de zigzaguear 30 veces, ahí estábamos. Mucho gusto Jim, pero este lugar no tiene mucha vida.
De ahí habíamos quedado con Valerie para comer (sánguches) frente a la catedral de Notre Dame (prohibidos chistes que contengan las palabras "Quasimodo", ¿qué jorobado que soy, eh?). Alia seguía acoplada y vino con nosotros.
La noche culminaría subiendo hasta arriba de lo más alto increíblemente up on top de la torre eiffel. La vista ahí era impresionante y encima cada hora la torre "flashea" durante 5 minutos. Esto es que se le prenden lucecitas que parecen flashes por todos lados y le da un efecto increíble.

El último día se lo dedicamos al palacio de Versalles, la gastronomía francesa, fuimos a un restaurant al mediodía y luego a un par de bares. Lo culminamos con un boliche pero nos fuimos a la una de la mañana (ahora si) porque se nos iba el último tren.
Bueno, básicamente esta fue la experiencia parisina.
Au revoir!!!

martes, 1 de mayo de 2007
Después de contarles a varias personas lo que hicimos el sábado me dí cuenta que a lo mejor valía la pena ponerlo en el blog, así que ahí va:
Arrancamos temprano con Sergio y nos fuimos a tomar un vermout a un negocito chiquititín cerca de la catedral. Sergio decía que parecíamos cubanos porque estábamos sentados en la vereda con nuestros vasitos y la verdad que tenía razón, y me encantaba!.
Cuando terminamos caminamos un poquito y vimos que en las escalinatas de la catedral había un artista callejero que hacía canciones de Silvio Rodríguez, Serrat, Víctor Jara, Milanés, etc así que nos pusimos a escucharlo y entre canción y canción se nos acopló una chica de chile (la respuesta a la pregunta que todos se hacen es NO). Al rato llegó Marco y nos dijo que detrás de la catedral había uno cantando tangos así que nos fuimos para ahí. Era súper tanguero, vozarrón increíble, guitarra criolla sin amplificador, micrófono ni mariconadas porque los muchachos de antes no las usaban. Hizo cualquier cantidad de temas y en un momento yo estaba a punto de gritarle "Mano a mano", que es un tango que me encanta pero no hizo falta porque de repente empezó "Rechiflao en mi tristeza, hoy te evoco y veo que has sido en mi pobre vida paria sólo una buena mujer..." y naaaaaahh, se me puso la piel de gallina. Le dejamos como tres euros en total (suma gigante comparada con lo que acostumbro a dejar que oscila entre 3 y 15 céntimos).
Después de eso descubrimos un concierto de música antigua de Barcelona con instrumentos que no parecían de este planeta, como guitarras con diapasones de 2 metros o unas flautas que sonaban como cicus. Era tipo la música de los pitufos... una onda así. Hermosa realmente.
A la noche fuimos para la "Feria de Abril" que es una fiesta típica de Sevilla pero que la comunidad Andaluza de Barcelona (que es bastante numerosa) se la trajo para Catalunya. Éramos varios pero el grupo se desmembró cuando yo quise entrar a una carpa de gitanos en la que había gente cantando fandangos con una autenticidad realmente indescriptible, pero sólo me hicieron caso tres de los 9 (aprox) que éramos. Ahí estuvimos la mayor parte del tiempo y fue de lo mejor que vi en la feria. Encima uno terminó cantando "Como el aguaaaaaa" que es un clásico de "Camarón", que es un clásico del flamenco y que cuando fuí para Arg tras darle un CD a Esteban se lo pasó gritándome durante un mes ese pedacito de la canción. Una lástima que no tenía su número en ese momento porque lo quería llamar. Como sí tenía presente en simultáneo el número de mi ex departamento en Comodoro y que a Mariano también le podría hacer un poco de gracia, lo llamé. Claro, con el despelote no me enteré si me escuchó o no y quise confirmarlo por mail días después. Tras mi pregunta ilusa él confesaría: "yo estaba durmiendo y escuché un quilombo terrible así que corté". Si señores, a la mierda el romanticismo, la amistad y todo el sentimiento del momento. Gracias Mariam, te sigo queriendo.
Chi pun ;)
martes, 24 de abril de 2007
Bueno... después de crujirme los dedos me dispongo a volver a escribir el blog, cosa que tengo abandonada hace un tiempito (soy consciente) pero que me parece positiva porque hay muchas cosas para contar.
Para arrancar debería comentar la mega archi fiesta que hicimos para mi cumple. En un momento pensé que la municipalidad o alguno de estos nos tiraría la bronca por hacer eventos de tamaño calibre sin pedir autorización (bueeenaaa, ¿no será mucho, almirante?).


En el momento cumbre aparece una figura desconocida por la puerta y todo el mundo pensaba que era amigo mío hasta que yo digo "¿y éste quién es?". Resulta que era "El moncho", de Santa Fé que había escuchado música y se mandó. Se quedó piola sentadito en una silla al lado de la puerta así que le llevamos una copa para que su felicidad sea plena. Lo más chistoso es que Gerardo, que estaba mamadísimo, hacía mucho ruido y gritaba pavadas y éste Moncho le hacía gestos para que se callara, como diciendo "más respeto que está cantando el oso". IM-PER-DI-BLE.
Después lo de siempre... al boliche, el famoso "amo esto" (un día voy a contar la historia del "amo esto" pero por ahora basta con saber que se trata de tirar cerveza en la cabeza propia o ajena y que se considera de muy mala educación repudiarlo).
Tipo 6 de la mañana y con el poco resto que le queda a cada uno fuimos a mi casa a buscar la llave del salón donde habíamos hecho la fiesta y las empanadas y algunas botellas que habían sobrado. Me dí cuenta que cuando se cruzan mi brazo al darle un fernet a mi hermana y el de Sebacar haciendo un gesto medio brusco al contar una historia de esas de él, el saldo es nuestro querido amigo Pecho BAÑADO en esta oscura y amarga bebida (a propósito... ¿el fernet sale o no sale cuando lavás al ropa?). Reacción de pecho: "Ah, si... seguro que voy a ser el único que va a estar manchado" y tira un vaso (sólo contenido, sin vidrio) de fernet contra el techo provocando una lluvia impresionante a la cual Mariano responde con una rápida movida para aprovechar este nuevo potencial amo esto (sé que eso último lo expliqué difícil, pero los que estuvimos ahí sabemos de lo que se trata). Una vez limpiado el techo (con mis propias manitos y un trapo encontrado por ahí) decidimos que la noche no daba para más y taza taza cada uno a su casa.
AAAAAAAAAHHH!!! Me acordé de otra cosa: en un momento Seba se estaba peleando con Mariano y después de una discusión le tiró la media empanada que le quedaba en la mano con tanta puntería que se la puso en el medio de la cara. Sonó "PLAF" y cayó al suelo SIN DESARMARSE (qué buenas son las empanadas de "Como en K-sa", tanto en sabor como en resistencia) y cuando todo el mundo pensó que eso era el punto final, el lanzador se levanta de su silla, la recoge y SE LA SIGUE COMIENDO. Un asco.
Bueno, hasta aquí la crónica de una noche agitada, muy agitada. Las fotos hablan por sí solas, creo :)
martes, 17 de abril de 2007
Queridos todos, realmente estoy hasta las manos de laburo estos días pero por suerte "ya estamos saliendo". Propongo que haya algún tipo de "recapitulación" en los comentarios como para que ustedes me hagan acordar a mí las cosas que por ahí se me pasan y en estos días prometo que se viene un post sobre argentina.
Abrazo de gol y vuelvo a pedir disculpas!!! jaja
Chau
viernes, 23 de marzo de 2007
Hay muchas maneras de comenzar un post como este. Habiendo vuelto a mi país después de 6 meses todo, absolutamente, deslumbra de una manera original: hasta ahora sólo sabía del deslumbramiento que producen las cosas nuevas, lo desconocido. Ahora, me dí cuenta que también deslumbra el reencuentro, el revivir momentos que uno se los conoce de memoria.
Podría empezar comentando lo bien que la pasamos en mi fiesta de cumpleaños, de la cantidad de amigos de Comodoro que vinieron, del recital increíble de tres horas que dió el Oso, del Bati y Yo siendo grupo soporte y del increíble MONCHO!!! (no conocer alguna de las cosas que enumero es infalible descriptor de no haber estado).
Sin embargo, para respetar el orden cronológico de las cosas necesito contar antes que nada la anécdota de la camiseta. Ahí vamos:
Argentina me recibió con algunas sorpresas porque no sólo mi tía Marita me estaba esperando en Ezeiza sino también mi abuelo Aníbal y mi tía Liliana (paternos ambos). Marita me llevó a lo de mi abuelo y me pasó a buscar dos horas más tarde para ir a una parrila a comer un asado con José, su novio, y mi primo Caco.
Antes de ir al aeropuerto para tomar el avión a Comodoro pasamos por el corralón de José a hacer otros matecitos y al llegar lo veo a Chicho (su hijo de mi edad más o menos) con una camiseta de Argentina que tenía una particularidad que me llamó muchísimo la atención. Le hago unas preguntas y comentarios acerca de eso y me las responde muy naturalmente, cosa que me sorprendió bastante y después seguimos charlando un poco de mi estadía en Barcelona y de sus cosas. A la hora de irme lo saludo así como a José y salgo del corralón, pero me alcanza cuando me estoy subiendo a la camioneta.
Diálogo:En ese momento no sabía qué hacer, si abrazarlo o qué. La "particularidad" de la camiseta es que tenía la firma de todos los jugadores de la selección. Resulta que Chicho y Caco habían ido al predio de la AFA en Ezeiza antes de que los jugadores se vayan al mundial de Alemania y le habían pedido la firma a todos, o casi todos.
CHICHO: "¿Cuándo volvés a Argentina otra vez?"
YO: "Ni idea,
¿por?"
C: "¿Y vos qué tenés para mostrar allá que sos argentino?"
Y:
"hmmmm, ¿El acento?"
C: (Se cruza los brazos sobre la panza y mientras se
saca la camiseta) "Tomá, te la presto y la próxima vez que vengas me la
devolvés"
Y: "Naaaaaaaaaaaa"
C: "Claro!"
Realmente no sé qué se le pasó a Chicho por la cabeza para darme eso porque yo si tuviera algo parecido lo meto en una caja de seguridad o algo así. No sé... encima era la segunda vez en la vida que me veía. Concluyo que el pibe es un pedazo de pan o debe ser cruza con extraterrestre.
Desde acá, Chicho: GRACIAAAAAAASSSS!!! SOS UN CAPO!!! QUÉ ALEGRÍA LA PUTA MADRE!!! (perdón, me exalté).
Algo que se me acaba de venir a la mente: este mostro debe haber visto el mundial con esa camiseta puesta, la debe haber besado seis veces cuando le ganamos a Serbia y Montenegro, se debe haber abrazado con su gente con el golazo de Maxi Rodríguez y golpeado con el puño en el lugar donde está su firma. Y obviamente en el partido contra Alemania, la celeste y blanca debe haber recibido besos, golpes y finalmente lágrimas cuando nos quedamos afuera.
Bueno, antes de irme, algunos comentarios de cuando conté la anécdota:
"Si fuese mía no se la regalo ni a mi vieja"
"Encima te pasa a vos que no te gusta tanto el fútbol!"
Quélevachaché.
Abrazo DE GOL DE LA SELECCIÓN!

lunes, 12 de marzo de 2007
martes, 6 de marzo de 2007
Hubo un eclipse total de luna el sábado pasado a la noche y decidimos juntarnos con los muchachos de la oficina a verlo. Para eso nos fuimos al Parc de la Ciutadela, que es un parque gigantesco donde está el zoológico de Barcelona (donde alguna vez vivió Copito, aquel gorila blanco más famoso que el papa).



En fin.. después lo de siempre, bares, una noche larga, un bar clandestino que estaba cerrado y demás

Abrazo!
PD: Les dije que tengo ganas de ir para Arg

PD2: Quiero mandar un saludito a todos los que me conocen y especialmente a mi hermana que nació en un eclipse de luna :)

viernes, 2 de marzo de 2007
Asado es la palabra que más suena últimamente en mis conversaciones telefónicas, por chat, emails y todo tipo de contacto con mis amigos en Deseado y Comodoro. A decir verdad, asado es en una de las cosas que más pienso ultimamente también. No por la carne ni por el vino, o bueno... también por eso, pero por lo que significa el ritual, charlar, contarse cosas
martes, 20 de febrero de 2007
Bueno, esto se venía gestando hace rato de la mano de Andrés y de Ana y después de muchas idas y venidas, gente que prometió e "hizo emocionar" y después no fue nada (como en todos los viajes), aumentos de los pasajes (por culpa de esperar a esta gente) y demás, nos manejamos para concretarlo.
Habiendo olvidado todo, el viernes pasado nos subimos a un micro que nos llevó a Girona, otra ciudad de Cataluña desde donde salen los vuelos baratos a Dublín. A las 12 de la noche más o menos estábamos en el "Temple Bar" que es como EL lugar para ir a tomar "pintas", que son vasos de cerveza de exactamente 568 ml (poco más de medio litro). Después de escuchar música en vivo y visitar un par de bares, nos fuimos a dormir para arrancar al otro día con todo.

El sábado nos levantamos medio tempranón y emprendimos una recorrida por la ciudad, lugares típicos, iglesias, el castillo por afuera porque estaba en reformas y hasta un parque con ciervos! La ciudad es muy pintoresca, sobre todo la arquitectura, y una cosa que me pareció rarísima: manejan por la izquierda y los autos tienen el volante a la derecha. Yo pensaba "acá si tuviera que manejar duro vivo a lo sumo 40 minutos".
A la noche nos "echamos otras pintitas" como decía Oscar "para quemar pilas" en un bar d

El domingo nos levantamos y fuimos a Howth que es una península con un pueblito super super pequeño y un camino de acantilados muy lindos. Me llamó la atención que fueran tan parecidos a los de la patagonia, exepto porque hay pasto por todos lados. A la vuelta, como teníamos media hora hasta que llegue el tren nos metimos en un bar de pescadores y nos pusimos a charlar con una gente que parecía sacada de la peli "El viejo y el mar" y como estaba tan interesante decidimos perder el tren y quedarnos con ellos un tiempo más. Andrés desafió a un pescador a un partido de ajedrez y mientras perdía, Ana hablaba con una señora mayor irlandesa que había vivido dieciseis años en españa y yo estaba en la barra con un tipo grande que me preguntaba si yo era de la parte británica de Argentina o no ¿? (después pensé que podria estar hablando de las Malvinas, que son argentinas carajo, pero para mí que en realidad quiso mandar fruta y le salió mal). Cuando nos fuimos habíamos perdido el otro tren así que otra vez a otro bar, pero este más cerca y más de jóvenes. Una pintita y a la estación.
A la noche, después de comer sushi coreano, fuimos al mítico Temple Bar (el bar en sí, porque hay una zona y una calle que también se llaman así) y después a otro. Como estábamos medios hechos crema nos fuimos al sobre tempranito porque al otro día era nuestra despedida de la tierra del arpa.
La mañana del lunes la arrancamos con un "Full Irish Breakfast" que consiste en salchichas, huevo, panceta, morcilla y todas cosas de ese peso atómico con café con leche o té.

Bueno, más allá de la crónica de los hechos, la verdad es que la pasamos increíblemente bien por un montón de razones: era una ciudad que no conocíamos, la gente con la que viajé súper macanuda y Oscar un genio recibiéndonos. La verdad es que volví re contento y sabiendo hablar "andalú" un poco mejor, así que "epetsaculá"
Abrazo Guiness (no de récord sino de cerveza).
martes, 13 de febrero de 2007
Después 4 meses y medio en Barcelona... finalmente fuí al Parc Güell, que es como uno de los lugares que "no te podés perder" de acá. Sería como San Telmo en Buenos Aires, o como la estatua de la libertad, o el edificio ese extraño que nunca supe qué es pero es emblemático en Sidney.
El parque es grande y como fuimos un domingo, estaba hasta las manos de gente de todos los colores, tamaños, edades y nacionalidades. Me llamó la atención la manera de rebuscárselas de una piba que en lugar de ser estatua viviente, vender artesanías o tocar alguna música, hacía burbujas de jabón gigantes (tamaño pelota playera). Me hizo acordar a una vez que fuimos a un museo de ciencias naturales o algo así con mis viejos... yo era muy chiquito pero me acuerdo que alucinaba con eso (mami, hablalo con papá y en los comentarios contás la verdad de la milanesa porque a lo mejor ustedes se acuerdan mejor).
Bueno, esta es básicamete una entrada para mostrarles algunas fotitos y para cortar con los comentarios del post anterior donde se cuestiona mi sexualidad.
Saludos.


